viernes, 9 de octubre de 2015

Tras la pista de Lamari VII

En la entrada anterior he detallado la secuencia de detenciones y declaraciones de Safwan Sabagh y su "amigo" Abdelkrim Beghadali en relación con la búsqueda del argelino Allekema Lamari. Es un buen momento para hacer una pausa en el relato y analizar dicha información. Y comenzaré haciendo una mención de nuevo al revelador artículo de Antonio Rubio.


«Tenéis que darnos 48 horas. No podéis detener a Sabagh Safwan hasta que hablemos con él. Es uno de nuestros hombres más importantes». Esta fue, más o menos, la conversación que se produjo entre el responsable del área Contraterrorismo-Islam del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el jefe de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) de la Policía el 22 de marzo de 2004, 11 días después de los atentados del 11-M.
 La Policía aceptó la petición del CNI a medias y, finalmente, otorgó un margen de 24 horas para que los agentes de los servicios secretos hablaran con su confidente, el sirio Sabagh Safwan, apodado El Pollero, antes de ser detenido por su relación con el comando Lavapiés, que actuó contra los trenes de la muerte.

Es muy posible que Antonio Rubio acierte, ya que según la información publicada por El Mundo el 24 de marzo de 2004, la detención de Sabagh se llevó a cabo el 23 de marzo, un día después que las de Beghadali y Hocine Kedache. De ser así la reunión de Sabagh con sus "controladores" del CNI no sirve para que éste aporte información relevante según lo que se puede leer en la declaración policial, sino que se limita a facilitar información sobre el paradero de Lamari cuando salió de la cárcel en 2003. Información que ya debía ser conocida por las FyCSE. Que Safwan no contó en esa primera declaración todo lo que sabía sobre Lamari se comprueba comparando lo declarado en marzo y agosto de 2004 en la anterior entrada del blog. Si lo declarado en agosto es veraz, hay que deducir que Safwan en marzo ocultó información a la policia. Y si lo hizo después de una reunión con el CNI, con conocimiento de la propia policía, tal y como cuenta Rubio, la conclusión es que el CNI es responsable de esa ocultación. Entre otras cosas porque parte de la información ocultada aparece en algunas de las notas del CNI previas al 11-M.

Según el relato oficial es la información facilitada por el CNI la que hace que nada más cometerse el 11-M la policía centre su atención en Lamari. Y como consecuencia de esa atención se produce la detención e interrogatorio de Sabagh, que supuestamente sería el informante del CNI que habría facilitado dicha información. Una situación paradójica que a veces es inevitable que se produzca. Sin embargo el desarrollo de los acontecimientos levanta sospechas y se pueden hacer otras interpretaciones. 

Repasemos la tempranas detenciones de personas relacionadas con Lamari que relatado en las primeras entradas de esta serie. El 17 de marzo la UCIE solicitaba la detención de los hermanos Chedadi, que casualmente habían estado con Sabagh en Valencia el mismo 11 de marzo para ver a su abogado. Pero incluso hay testimonios de que el mismo día 11 de marzo ordenaron la búsqueda de un marroquí, probablemente Afalah, relacionado con Lamari. O que el 12 de marzo se interrogó a otro marroquí en relación con un viaje de Lamari a Valencia en noviembre de 2003. Como hemos podido comprobar todas estas detenciones tienen como denominador común a Safwan Sabagh. Si además tenemos en cuenta que, por fuerza, tenía que ser un personaje sobradamente conocido por la UCIE y la BPI de Valencia por su costumbre de relacionarse con sospechosos y condenados islamistas, al menos desde 1997, sorprende que hayan tardado tantos días en detenerle. 

Además no hay constancia de la intervención de la UCIE en esta primera detención, ya que es la BPI de Valencia la que se encarga de realizar la detención, registro y toma de declaración. Y por si fuera poco no se realiza como parte de la instrucción judicial del 11-M, sino en el marco de unas diligencias del JCI nº 4 que no se han incorporado al sumario del 11-M

Entonces, ¿qué sentido tiene esa primera detención de Sabagh? Antonio Rubio, en el mismo artículo, continuaba su relato:
Ese control sobre el terrorista argelino era total, hasta el punto que el 2 de abril, un día antes del suicidio del comando Lavapiés, Sabagh se encontraba en Madrid con el único objetivo de ayudar al CNI a descubrir dónde se ocultaba Lamari y el resto de los terroristas que cometieron los atentados del 11-M.
El propio Sabagh reconoció que el 2 de abril estaba en Madrid (declaración  en el juicio aquí y aquí), pero negó que estuviese ayudando al CNI a localizar a Lamari. En cualquier caso, repasemos los hechos: 

  • El 23 de marzo Sabagh es detenido, declara el 24 y le dejan en libertad. 
  • El 27 de marzo (aproximadamente) dice que recibe una llamada de "despedida" de Lamari. 
  • El 2 de abril está en Madrid. 
  • El 3 de abril se produce el "suicidio" y en el desescombro aparecen libros en árabe, alguno con las huellas de Sabagh y de Abdelkrim Beghadali. 
  • En junio aparece en Alcalá el Skoda Fabia y se encuentra la anotación de los teléfonos de Sabagh. 

¿Pudo ser la detención del 23 de marzo un intento de presión a Sabagh para que colaborase en lo que estaba por venir?¿Se había decidido incluir a Lamari en el 11-M y la participación de Sabagh era imprescindible?

En julio vuelven a declarar Sabagh y Beghadali por la aparición de sus huellas en los libros de Leganés, pero sus declaraciones no aportan gran cosa. Sin embargo en las detenciones de agosto de 2004 se dan todas las circunstancias que menciona Rubio: las detenciones se producen a petición de la UCIE y son sus agentes los que las realizan. Existe un lapso de tiempo entre que se solicitan al juez (18 de agosto) y se llevan a cabo (20 de agosto)


La cronología exacta de esa petición es la siguiente. La solicitud de detención y registro de la UCIE tiene fecha de salida de 18 de agosto a las 10:55 h. El auto del juez autorizándolo tiene fecha de 19 de agosto (lo que se dice en la anterior diligencia no es correcto) y se indica que el registro se realizará entre el 20 y el 21 de agosto. La detención de Sabagh tiene lugar el 20 de agosto sobre las 12:00 h. Es decir, 48 horas después de solicitarlo ¿Por qué? Curiosamente en esta ocasión lo que Sabagh declarará sí será relevante en la instrucción judicial del 11-M.

Uniendo toda la información disponible, la que proporciona Antonio Rubio y la judicial, a mi me da la impresión de que es el CNI el que está interesado en que Sabagh declare determinadas cosas a la UCIE y al juez. José María Irujo ya contó en este interesante artículo en El País que era el CNI el interesado en detener a Sabagh: 
Los agentes del CNI estaban convencidos de la presunta participación de Lamari en el 11-M y así los reflejaron en sus sucesivos informes. Por ese motivo solicitaron a la policía de Valencia que detuviera al dueño de la pollería y a Abdelkhrim Begahadali, ex imán de Torrent, que fueron capturados semanas después del atentado y puestos en libertad. La aparición de sus huellas en dos libros que los terroristas guardaban en el piso donde fueron cercados por la policía precipitó de nuevo su detención. 
Parece dar a entender que es el CNI el que precipita la detención de Sabagh en marzo. Pero eso entraría en contradicción con el artículo de Antonio Rubio en el que afirma que fue el CNI el que pidió a la policía que demorasen la detención. Por otra parte la detención de agosto de 2004 fue a petición de la UCIE. ¿Por qué en agosto de 2004 la UCIE tiene tanto interés en detener a Sabagh? En julio ya sabían de su amistad con Lamari, de la visita que éste hizo a Valencia a finales de 2003 y que las huellas de Sabagh estaban en un libro de Leganés. Pero no le detuvieron, sólo le tomaron declaración. La única diferencia está en la aparición de una anotación con los teléfonos de Sabagh en el Skoda Fabia. Eso parece bastante endeble como motivo para su detención, pero ¿por qué vuelven a detener a Beghadali si no tiene relación alguna con el Skoda? 

En cualquier caso, supongamos que no hay ninguna intención oculta en las detenciones de agosto y que son el fruto lógico del trabajo policial. Lo que es indiscutible es que los datos que aporta Sabagh en la última declaración los había ocultado en las anteriores. ¿Se asustó por el hecho de que apareciesen sus teléfonos anotados en el Skoda? Puede ser, pero me cuesta creerlo.

Por otra parte, si como recomendé en la anterior entrada, alguien se ha molestado en comparar las notas del CNI sobre Lamari con la declaración de Sabagh en agosto, puede comprobar que muchos detalles coinciden. Por lo tanto, tal y como afirma Rubio, parece que Sabagh era la fuente del CNI que les informaba sobre los movimientos de Lamari. Aunque también podría ser posible que a Sabagh le hubiesen preparado un guión a partir de dichas notas. O la dos cosas. 

Aunque lo más probable es que Sabagh fuese la fuente, me resulta sospechosa la facilidad con la que permiten que se queme a ese confidente. Es cierto que estas cosas a veces ocurren y pudiera ser que la UCIE haya actuado con premeditación y alevosía en una de las habituales disputas entre los diferentes cuerpos de las FyCSE. En esos casos se suele filtrar a la prensa la existencia de esa disputa. ¿Podría ser ese el origen de la información de Rubio?¿Estaría molesta la policía porque el CNI les hubiese ocultado datos en relación con Lamari y Sabagh? Tampoco me acaba de encajar.



viernes, 26 de junio de 2015

Tras la pista de Lamari VI

En la entrada anterior he documentado la temprana aparición en la trama del 11-M de un personaje clave en la historia de Allekema Lamari: Safwan Sabagh. Conviene analizar ahora la evolución de sus declaraciones a medida que avanzaba la investigación y se convertía en uno de los focos entorno al cual giran parte de las tramas supuestamente involucradas.

La primera declaración de Sabagh se corresponde con su poco explicada detención de 22 de marzo de 2004. En esta declaración, que según Antonio Rubio se produce después de que se permita a sus controladores del CNI hablar con él, aporta muy pocos datos concretos de su relación con Lamari. O dicho de otra forma, oculta casi todos los datos que aportará en declaraciones posteriores. De forma resumida lo que dice es lo siguiente:
  • Conoce a Hocine Kedache de la mezquita de la C/ Buenos Aires y por ser cliente de su establecimiento de pollos asados en Valencia.
  • Conoce a Abdelkrim Beghadali por ser imam de la mezquita de la C/ Buenos Aires.
  • Conoce a Allekema Lamari desde 1997, año en que fue detenido por colaboración con banda armada.
  • No conocía personalmente a ninguno de los detenidos en 1997 pero les buscó un abogado porque les consideraba inocentes y les ayudó económicamente durante su estancia en prisión.
  • Intentó visitarlos en prisión pero no lo consiguió porque no tenía autorización.
  • En el verano de 2002 le llamó el abogado de Lamari, Vicente Ibor, para decirle que estaba a punto de salir en libertad condicional.
  • El día que salió Lamari de prisión le llamó para que fuese a buscarle a la estación de autobús Auto Res en Madrid. A su llegada a Valencia le dejó en la c/ Cubas.
  • No tiene constancia de la integración de Lamari en grupos integristas islámicos y que por comentarios de personas que lo conocían se había vuelto más introvertido por su estancia en la cárcel.
  • El verano de 2003 Lamari le pidió que le pasase a recogerle a un domicilio en calle Doctor Walksmann (en esa calle vive Hocine Kedache, pero niega conocer ese detalle) para acompañarle a Madrid.
  • Nunca se ha reunido con Abdelkrim, Hocine y "Yasin" (Allekema Lamari) para llevar a cabo alguna acción terrorista en España.
  • No tiene conocimiento de que alguna de esas personas tuviese intención de cometer un atentado en España.
A los tres días de su detención Sabagh fue puesto en libertad sin cargos y continuó con su vida. Si hacemos caso del artículo antes citado de Antonio Rubio, y tengo buenos motivos para hacerlo, a partir de ese momento cronológicamente sucedieron los siguientes acontecimientos:
  • El 27 de marzo, al día siguiente de salir en libertad, recibe una llamada de despedida de Lamari que le dice que se verán en el cielo y que recen por él.
  • El 2 de abril Sabagh está en Madrid colaborando con el CNI para localizar a Lamari (En el juicio reconoce que estaba en Madrid pero nada dice sobre colaborar para encontrar a Lamari).
  • El 3 de abril se produce una explosión en el piso de Leganés muriendo los siete ocupantes del piso y el GEO Torronteras. Por toda la zona quedan diseminados diversos efectos entre los que se encuentran varios libros en árabe. 
  •  El 15 de junio aparece un coche Skoda Fabia aparcado en la c/ Infantado de Alcalá de Henares, muy cerca de donde se encontró la Renault Kangoo. Tras múltiples peripecias que ahora no vienen al caso, aunque tienen su interés, la policía realizó una Inspección Ocular Técnico Policial, redactando el correspondiente informe nº 219-IT-04 el 21 de julio de 2004. Entre los efectos encontrados en dicha inspección consta lo siguiente:


Al parecer el número recuadrado en rojo estaba anotado en el fragmento de papel y se corresponde con el del establecimiento de pollos asados de Sabagh, aunque en otra ocasión veremos que la policía científica comete un "error". 
  • El mismo 15 de junio la policía identifica huellas de Abdelkrim Beghadali en uno de los libros encontrados en Leganés.
  • El 25 de junio de 2004 la policía identifica las huellas de Safwan Sabagh en otro de los libros hallados en Leganés.
  • El 1 de julio de 2004 Safwan Sabagh es citado por la BPI de Valencia e interrogado nuevamente en relación con la aparición de las huellas en los libros de Leganés. Al día siguiente la policía hace lo mismo con Abdelkrim Beghadali. 

En esta nueva declaración, además de ofrecer detalles de su llegada a España y su vida en general, le preguntan específicamente por los hermanos Oulad Akcha, Abdenabbi Kounjaa, Serhane Abdelmajid Fackhet "El Tunecino", Jamal Ahmidan "El Chino", Rifaat Anouar Asrih, Said Berraj, Rabei Osman "El Egipcio" y Amer Azizi. Además ahora declara lo siguiente:

  • El Tunecino estuvo en su establecimiento comprando varios pollos asados a finales de 2003.
  • Lamari estuvo en la pollería acompañado por Mohamed Afalah a finales de 2003. En esa ocasión le dio a Lamari un libro, unos folletos y una cinta de cassette que recibió por correo.
  • Lamari le dio 3 paquetes de ropa y zapatos para los "hermanos" que están en prisión.
  • Le regaló a Lamari un libro, igual al que apareció en Leganés con sus huellas, cuando éste estaba en prisión.
  • Safwan mantenía una relación de amistad con Abu Dahdah.
  • Conoce a los hermanos Chedadi y les facilitó el nombre del abogado de Lamari, Vicente Ibor.
  • Los hermanos Chedadi estuvieron en Valencia el 11 de marzo de 2004 para reunirse con el abogado.
Al analizar una declaración hay que fijarse en lo que se pregunta y se responde. Pero también en lo que no se pregunta y lo que se oculta. Respecto de lo primero le interrogan acerca de las personas cuyos cadáveres se identificaron en Leganés y tres más (Berraj, Azizi y Rabei Osman). Su respuesta establece un extraño vínculo entre El Tunecino y Lamari y resulta curiosa si tenemos en cuenta el último párrafo del siguiente artículo. A pesar de lo interesante que resulta el hecho de que Sabagh aparezca como facilitador de abogados a supuestas tramas islamistas (GIA en Valencia, familia Chedadi en Lavapiés o Brahim en Barcelona a través del Tunecino), no hay constancia en el sumario del 11-M de que se haya investigado esa conexión, ¿por qué?

Después le preguntan por su presencia en Leganés y su relación con el alquiler del piso y establece otro vínculo que relaciona a Afalah con Lamari. Por último y tras varios circunloquios, le preguntan por el hecho que origina su declaración: la presencia de sus huellas en un libro aparecido en Leganés. Por supuesto facilita una explicación razonable. 

¿Qué es lo que no le preguntan? A mi me resulta extraño que no le pregunten por el paradero de Lamari. A esas alturas la BPI de Valencia conoce perfectamente su relación de "amistad" con Lamari, personaje que sigue estando en busca y captura. Pero además resulta que el nombre de Lamari ha salido dos veces en su declaración en relación con Leganés. Una en compañía de Afalah, al que se señala como la persona que alquiló el piso, y la otra precisamente en relación con el libro aparecido en Leganés. Conociendo su estrecha relación con Lamari y los indicios que relacionan a éste con Leganés, ¿por qué no le preguntan por su paradero o por su posible vinculación con los suicidados en Leganés?

¿Qué es lo que oculta Safwan en esta declaración? Según veremos más adelante omite mencionar la referencia a la supuesta llamada recibida el 27 de marzo en la que Lamari le habría confesado sus "intenciones suicidas". Esta omisión resultó mucho más sencilla por la deferencia de la policía al no preguntarle directamente por Lamari. Por lo visto Dios y la comisaría de Información escriben con renglones torcidos.  

La otra pata de este episodio es Abdrelkrim Beghadali, cuyas huellas también aparecieron en otro libro de los hallados en Leganés y del que ya era conocida su relación con Allekema Lamari. A Beghadali también le llamaron a declarar en esta tanda, concretamente el 2 de julio. Las preguntas fueron similares, pero las respuestas en este caso no aportaron nada de interés. Y en este caso tampoco los policías mostraron ningún interés en Lamari. Una vez tomada la declaración Beghadali quedó en libertad al igual que Lamari.

Pero la historia no se acaba aquí. Resulta que el 18 de agosto de 2004 alguien en la UCIE se da cuenta de que unos números de teléfono que aparecieron en un papelito hallado en el Skoda Fabia el 15 de junio, coinciden con el móvil y el teléfono fijo del asador de pollos de Safwan Sabagh. Por lo tanto solicitan al juzgado su detención y la de Abdelkrim Beghadali. A consecuencia de ello, el 22 de agosto de 2004 la policía, en este caso la UCIE, vuelve a tomar declaración a Safwan Sabagh. En esta ocasión sí le preguntan por Lamari y Sabagh confiesa lo siguiente:
  • Reconoce que los números de teléfono que aparecen en el Skoda son suyos, pero ni ha visto nunca ese coche y no sabe por qué están los números allí.
  • De los detenidos en el 97 sólo conocía a Lamari y que su relación se afianzó una vez en prisión.
  • Consideraba a los detenidos inocentes y comenzó a ayudarles facilitándoles abogado, contacto con familiares y enviándoles dinero cada dos o tres meses. Unos cien euros durante cuatro años aproximadamente.
  • Recientemente ha visto a Benesmail en Villabona porque estaba deprimido, aunque le faltaba poco para salir.
  • Cuando salió de prisión Lamari le llevó a Valencia y le ofreció salir de España e iniciar una nueva vida.
  • Lamari se consideraba un inocente metido en la cárcel por culpa de los políticos.
  • En septiembre de 2003 le acompañó en autobús a Madrid.
  • Al poco tiempo le llamó para que acudiese a Madrid y quedó en un parque en Embajadores pero salió corriendo porque pensaba que había alguien vigilándoles.
  •  En noviembre de 2003 acudió Lamari a la pollería acompañado por Afallah. Llegaron en un Opel Vectra oscuro, matrícula española nueva.
  • Allekema Lamari enviaba dinero a sus "hermanos" de la prisión con la frase "Aguantad hermanos".
  • Lamari le dijo viendo imágenes del atentado de Bali y de incendios forestales que sería muy fácil ocasionar una catástrofe similar.
  • Que el 20 de febrero acababa el periodo de peregrinación a La Meca y que durante ese periodo está prohibido a los musulmanes cometer acciones delictivas.
  • En enero o febrero de 2004 Sabagh quiso verse con Lamari en Madrid pero este se negó por miedo a ser detenido.
  • Lamari le llamaba por teléfono frecuentemente. El 8 de marzo le llamó desde un número fijo de Madrid, se despidió y le pidió que los hermanos rezaran por él.
  • El 27 de marzo, sobre las 23:00, recibió una llamada de Lamari desde un teléfono que empezaba por 91.54. Lamari le preguntó por qué había sido detenido y Sabagh contestó que por su relación con él. Lamari dijo que no le cogerían vivo y que se verían en el cielo. Sabagh le preguntó si tenía algo que ver con los atentados del 11 de marzo y Lamari no contestó.
  • Cuando recibió esa llamada estaba con Mohamed Ali Balthi, conocido de Lamari, a quién también pasó el teléfono.
  • En opinión de Sabagh, Lamari es el ideólogo a nivel religioso de los atentados del 11-M.
El 23 de agosto es conducido hasta la AN para prestar declaración ante el juez Del Olmo y la fiscal Olga Sánchez. Su declaración se puede consultar aquí. Básicamente ratifica lo declarado a la UCIE y el juez, a petición de la fiscalía, decreta la detención incomunicada durante tres días. El 26 de agosto de 2004 Sabah es puesto en libertad con la condición de comparecer semanalmente en la sede de la Audiencia Nacional y la prohibición de abandonar el territorio español. La relación de Safwan Sabagh con la investigación del 11-M acaba con su declaración en la vista oral el 16 de abril de 2007.

Por su parte su compañero de detenciones Abdelkrim Beghadali declaró el 22 de agosto en la UCIE y el 23 de agosto ante Del Olmo. Su declaración policial se puede leer aquí y la declaración judicial aquí. Sus declaraciones no aportan absolutamente nada y Del Olmo deja en libertad a Beghadali, finalizando en ese momento su relación con la investigación del 11-M.

En cuanto al contenido de las declaraciones de Sabagh, creo que es obligatorio y muy revelador el compararlo con las notas del CNI desclasificadas. El contenido de esas notas coincide en muchos detalles con lo declarado por Sabagh en agosto. Dejo al lector decidir si la coincidencia se debe a que Sabagh es la fuente, tal y como cuenta Antonio Rubio, o si está siguiendo un guión confeccionado a partir de dichas notas. La primera opción parece la más probable, pero a mi juicio eso confirmaría que la aparición de Sabagh en la investigación es puro teatro.

Seguiré en los siguientes hilos analizando las declaraciones y el devenir de la investigación.






     


domingo, 28 de diciembre de 2014

Tras la pista de Lamari (V)

Llegados a este punto es necesario introducir a la pieza fundamental de esta historia. Me estoy refiriendo a Safwan Sabagh, el sirio apodado "El Pollero" por regentar un asador de pollos en Valencia. Pero me encuentro con un pequeño problema cronológico a la hora de introducir a este personaje. ¿En qué momento de la VO se introduce en escena este personaje? Supongo que muchos dirían que cuando se encuentra el Skoda Fabia, ya que en este coche aparecieron anotaciones con sus números de teléfono. Quizás otros contesten que después de la explosión de Leganés, ya que en el desescombro se encontraron libros sobre el islam con sus huellas dactilares. Ambas respuestas son correctas, pero al mismo tiempo están equivocadas. Realmente Safwan Sabagh siempre estuvo allí, mucho antes de que ocurriese el 11-M. Pero su irrupción en la VO, aunque breve y discreta, es anterior a esos episodios. Y analizada conjuntamente con la información aportada en la serie sobre Lamari no carece de interés.

He relatado cómo el mismo 11 de marzo la policía interrogó a Jaouad El Bouzrouti en relación con un viaje a Valencia de Afalah y Lamari, cómo el 12 de marzo el inspector Parrilla fue comisionado a Parla para localizar a un marroquí, probablemente Mohamed Afalah. El 17 de marzo se solicitaba detención y registro del domicilio de los hermanos Chedadi y de Farid Oulad Ali, ambas solicitudes basadas en una supuesta relación con Allekema Lamari. Pues bien, el 23 de marzo se detuvo a dos argelinos y un sirio en Valencia por su relación con el GIA. La noticia se publicó en varios diarios, como El País o El Mundo, pero no se relacionó directamente con el 11-M y quedó en segundo plano. Aunque en las noticias sólo se facilitan las iniciales, algo que en general no ocurría en el caso de otros detenidos, no es difícil determinar que los argelinos eran Hocine Kedache y Abdelkrim Beghadali, mientras que el sirio era Safwan Sabagh. Los tres fueron puestos en libertad tres días más tarde sin que llegasen a pasar a disposición judicial. Aunque en las noticias no se diga, el único motivo lógico para estas detenciones es, una vez más, la relación de estas personas con Allekema Lamari. A los dos argelinos los relacionan con las detenciones de miembros del GIA en Valencia en 1997, las mismas en las que fue detenido Lamari. Pero es que además Hocine Kedache tuvo alojado en su casa a Lamari después de su salida de la cárcel. Y ya veremos que en ese mismo periodo Beghadali también estuvo en contacto con Lamari. Me resulta bastante curioso que siendo Lamari un prófugo al que la policía no consigue localizar, tenga tanta información sobre sus movimientos, aunque sea a posteriori. Pero hay más cosas curiosas. Tanto Beghadali con Sabagh fueron detenidos posteriormente al menos en dos ocasiones más en 2004. En un informe de las diligencias policiales (Pieza separada de Leganés, T. 7, f. 1.871 y ss.) de la última detención en agosto de 2004 aparece esta mención a las detenciones de marzo (f. 1.906):



Por lo que en el caso de esas detenciones de Valencia hay algunas cosas que resultan extrañas. Si la UCIE, a instancia del CNI según vimos en las primeras entradas, estaba siguiendo la pista de Lamari y deteniendo a algunas de las personas con las que se habría relacionado mientras estaba en busca y captura, ¿por qué es la BPI de Valencia la que se encarga de la detención? Entiendo que se delegase en la BPI la práctica de esas detenciones por una cuestión de optimización de recursos, aunque para la detención de agosto de 2004 hicieron desplazarse a Valencia al inspector Parrilla de la UCIE. Mucho más chocante me parece que la detención se realice en el marco de las Diligencias Previas del J.C.I. nº 2, cuyo titular es Ismael Moreno, sobre todo cuando se justifican las detenciones por su posible relación con el 11-M. El J.C.I. nº 2 era el juzgado de guardia en el momento de producirse las detenciones, en esas fechas se encargó de las detenciones de Almallah y la célula de Virgen del Coro, y por eso fue el encargado de abrir las diligencias previas, pero lo normal es que posteriormente se remitan al juzgado competente, en este caso el nº 6. No he sido capaz de encontrar en el sumario esas diligencias previas 96/04 del J.C.I. nº 2, a pesar de que en las diligencias previas 100/04 sobre la detención de la célula de Virgen del Coro, que sí se enviaron a Del Olmo, se mencionan las 96/04. Sólo he encontrado en una pieza separada las declaraciones de Beghadali y Sabag, pero no la de Hocine Kedache. Tampoco encuentro ningún tipo de documentación sobre los registros en los domicilios que según la prensa se realizaron. Una cuestión que podría tener cierto interés ¿Tiene algo que ver el hecho de que fuesen detenidos pero no pasasen a disposición judicial? No debería ser el motivo tal y como se puede comprobar en este extracto de un informe de la UCI (T. 160, f. 60.374).


Al margen del "extravío" de esas diligencias previas creo que he demostrado que, desde el primer día, existía una línea de investigación paralela a la oficial del 11-M, en torno a Allekema Lamari, de la que nadie ha explicado qué datos lo relacionaban con el 11-M. Lo único que se sabe es que se basan en informaciones de un genérico CNI. Pero todavía hay cosas más extrañas, pero para explicarlas es necesario dar un salto hacia el futuro y revisar esta noticia de Antonio Rubio de octubre de 2005 que no tiene desperdicio y aporta muchas claves.

«Tenéis que darnos 48 horas. No podéis detener a Sabagh Safwan hasta que hablemos con él. Es uno de nuestros hombres más importantes». Esta fue, más o menos, la conversación que se produjo entre el responsable del área Contraterrorismo-Islam del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el jefe de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) de la Policía el 22 de marzo de 2004, 11 días después de los atentados del 11-M.
La Policía aceptó la petición del CNI a medias y, finalmente, otorgó un margen de 24 horas para que los agentes de los servicios secretos hablaran con su confidente, el sirio Sabagh Safwan, apodado El Pollero, antes de ser detenido por su relación con el comando Lavapiés, que actuó contra los trenes de la muerte.

El artículo permite interpretar algunas de las cosas que ya he contado y otras que relataré en próximas entradas. ¡Resulta que presuntamente Safwan Sabagh era un informador del CNI! Presuntamente, porque cuando declaró en el juicio del 11-M negó pertenecer a ningún servicio secreto. Volveremos más adelante sobre esa declaración. Lo que me llama poderosamente la atención es que, partiendo del supuesto de que la UCIE no tenía conocimiento sobre los movimientos de Lamari antes del 11-M, la información proporcionada por el genérico CNI acaba conduciendo, no a la detención de Lamari, sino a la detención del colaborador del CNI que informaba sobre Lamari. Y en este punto me planteo varias cuestiones. Si es cierto que Safwan Sabagh era un habitual de los círculos islamistas radicales, cosa por otra parte lógica en un colaborador del CNI, ¿es posible que la policía no tuviese noticia de él y que no sospechase, o tuviese la certeza, de su papel de informador? Parece improbable. Por lo tanto, ¿su detención es casual y es un efecto colateral de la búsqueda urgente de Lamari? O por el contrario, ¿es un intento de presión de la policía al CNI?¿Una disputa entre servicios de información? Hay una tercera posibilidad que nunca se puede descartar, la de una guerra interna entre sectores del CNI. 

El artículo de Antonio Rubio no dice nada sobre esto, pero si lo que cuenta es cierto, o la policía informó al CNI sobre las personas a las que pensaba a detener, o alguien informó inmediatamente al CNI de que se iban a producir esas detenciones. Y aunque no es una prueba fehaciente de que tuviesen un conocimiento previo de la presunta actividad de Sabagh como confidente, no me imagino a la policía informando al CNI de todas las detenciones que pretenden realizar. En cambio no es descartable que alguien, bien de la propia policía, bien de la Audiencia Nacional, informase al CNI de las intenciones de la policía, aunque no sé si con la suficiente anticipación. Por lo tanto no puedo llegar a ninguna conclusión sobre si la policía conocía o no las actividades de Sabagh cuando decidió detenerlo.

Lo que sí podemos suponer es que esa reunión del CNI con Sabagh previa a su detención permitió a su controlador aconsejarle sobre lo que tenía que declarar. Y el resultado fue la siguiente declaración que permitió que fuese puesto en libertad sin cargos a los 3 días de su detención. La declaración de Beghadali se puede consultar aquí.

En próximas entradas veremos cómo evolucionan esas declaraciones en función de cómo se desarrollan los acontecimientos.








jueves, 18 de diciembre de 2014

Excurso en la serie "Tras la pista de Lamari"

Voy a hacer un pequeño alto en el relato sobre la saga/fuga de Lamari para introducir un testimonio que considero relevante y que, quizás, aporte algo de luz a algunas cuestiones que he planteado. O puede que aporte todavía más oscuridad e incertidumbres.

El 25 de octubre de 2004 comparecía el Jefe de Brigada de la Comisaría
General de Información, Unidad Central de Información Exterior (UCIE), el Sr. Gómez Menor. La transcripción de su comparecencia se puede consultar aquí.

El tema lo saca, cómo no, el parlamentario del PP Del Burgo:
Del Burgo: [...] Yo le quiero preguntar: entonces el juez Garzón tenía el seguimiento judicializado de el Tunecino, de el Egipcio ¿y de Lamari?
Gómez Menor: De Lamari le voy a decir un secreto. Lamari es otro de los individuos que ha sido detenido por la Unidad Central de Información Exterior con todo su comando, si no recuerdo mal, en el año 1997, junto con Beresmail, junto con Mohamed Amine Akli y otros dos o tres más.
Del Burgo: Este tenía relación con Abu Dahdah, claro.
Gómez Menor: Por supuesto. Él no, su jefe. Abu Dahdah solamente se relacionaba con los números uno. Él formaba parte de un grupo, y su jefe, el que luego a la postre ha resultado ser…
Del Burgo: ¿Cómo se llama su jefe?
Gómez Menor: Nouredim Doumalou.
Del Burgo: ¿Tiene algún alias para que nos…
Gómez Menor: Nouredim Doumalou. Su jefe sí, era el hombre de Abu Dahdah en Valencia.
Del Burgo: ¿Y este se relaciona con Lamari?
Gómez Menor: Eran del mismo comando. Estaban incluidos en la misma célula. Fueron condenados juntos. Está claro, clarísimo. Ha habido una sentencia judicial.
Del Burgo: ¿Usted sabía que por auto del 18 de julio de 2003 Garzón ordenó su busca y captura?
Gómez Menor: Yo sabía que estaba en busca y captura, sí.
Del Burgo: Ya sabe que se nos ha dicho que el Ministerio del Interior desoyó un informe del CNI, de noviembre de 2003, que advertía de la peligrosidad de Lamari.
Gómez Menor: ¿Cómo vamos a desoír la peligrosidad de una persona que ha sido condenada por terrorismo? Eso cae por su propio peso.
Del Burgo: Lo digo porque han sido titulares de periódicos para desacreditar la gestión del antiguo CNI.
Gómez Menor: Yo sé un poco por qué me pregunta esto y le puedo decir que funcionarios del CNI vinieron y estuvieron en contacto con nosotros y nos indicaron la posibilidad de que Lamari….
Del Burgo: Allí estuvieron los funcionarios….
Gómez Menor: Es lo que le iba a precisar. A mí me llegó este conocimiento después de aparecer el piso, después de explotar la vivienda de Leganés.
Del Burgo: O sea, después del 14-M.
Gómez Menor: Después del 3 de abril.
Del Burgo: ¿Después del 3 de abril?
Gómez Menor: Le estoy hablando de mí, de mi conocimiento. No sé si anteriormente el CNI había hablado con el señor Rayón o con el otro comisario. No lo sé, sinceramente. Yo sí le digo que tuve una reunión con ellos después de explotar el piso de Leganés. Y ellos alegaron que Allekema Lamari podría ser una de las personas que estarían involucradas en esta acción. Yo no le digo ni que sí ni que no. Es un terrorista y claro que puede estar. Nosotros pedíamos pruebas: ¿existe algún indicio, existe alguna prueba? Pero pruebas no había nada más que su peligrosidad, en la que estamos de acuerdo.
Del Burgo: ¿Tuvieron conocimiento de que a Lamari lo habían puesto en libertad indebidamente?
Gómez Menor: Si le soy sincero, me he enterado por los periódicos.
Del Burgo: ¿Ahora?
Gómez Menor: Ahora. Sabía que estaba en busca y captura, reclamado.
Y lo remata el Sr. Rascón Ortega, diputado del Grupo Socialista.
Rascón Ortega: Antes ha hecho usted mención precisamente a un motivo posible de descoordinación, del que tuvo conocimiento incluso después de la masacre del 11 de marzo. Determinados datos del Centro Nacional de Inteligencia que le llegaban a usted para que se procediera a la inmediata detención, en este caso de Allekema Lamari como un gran peligroso. Ha venido a decir que estaba en busca y captura. Le pregunto, ¿estaba en busca y captura y ustedes lo sabían?
Gómez Menor: Nosotros sabemos que Allekema Lamari está en busca y captura, lo que no sabemos es dónde estaba.
Rascón Ortega: Perdón, me estoy refiriendo a la fecha por la que le preguntaba otro comisionado. He creído entender que era en julio de 2003 cuando se le puso en busca y captura a Allekema Lamari.
Gómez Menor: No sé exactamente la fecha, pero llevaba unos cuantos meses, cinco o seis meses en busca y captura. No sé la fecha. (El señor Del Burgo Tajadura: 18 de julio de 2003.)
Rascón Ortega: El 18 de julio de 2003.
Gómez Menor: Sí, llevaba unos meses.
Rascón Ortega: ¿Y en noviembre de 2003 a ustedes no les llega un fax dando cuenta de la imagen externa de Allekema Lamari para que se proceda a su inmediata detención, ya sea vía comisario general o vía secretario de Estado? [Nota: Es una alusión a la nota del CNI de 8 noviembre de 2003]
Gómez Menor: Particularmente desconozco si ese fax llegó. Lo que sí le digo con toda seguridad es que si el fax para que se procediera a la detención llegó, no figuraba dónde estaba Allekema Lamari, porque entonces hubiéramos procedido a detenerle. Nosotros no sabíamos dónde estaba Allekema Lamari. Se trata de una persona que está en busca y captura y nuestra obligación es detenerle. Yo he leído que el CNI estaba detrás de él. Pues, ¡caray!, dígannos ustedes dónde está, que vamos a detenerle. Yo no lo sé y creo que el CNI tampoco lo tenía centrado. Le estoy hablando a nivel de periódicos.
Rascón Ortega: No me sirve. Me sirve la información del profesional.
Gómez Menor: Le digo lo que yo sé.
Rascón Ortega: Eso, eso. Eso es lo que realmente a mí me interesa.
Gómez Menor: Lo que yo sé es que hablé con el CNI después de que el piso explotó. Nos dijo que Allekema Lamari podía estar y nosotros dijimos puede que sí, puede que no, no lo sé. Que es una persona peligrosa, estamos de acuerdo; que hay que detenerla, de acuerdo, está en busca y captura, pero ¿dónde está? Lo que le aseguro con toda rotundidad es que el CNI no nos dijo dónde estaba en esos momentos Allekema Lamari. 
Rascón Ortega: Pero me está hablando de un contacto producido en abril de 2004 y yo le pregunto por noviembre de 2003.
Gómez Menor: Eso lo desconozco.
Insisto en que se pueden sacar muchas cosas interesantes de esta comparecencia. De momento quiero centrarme en la parte que he extractado. Me tomo la libertad de resumir lo que yo entiendo que quiere transmitir Gómez Menor. Por una parte está diciendo que después de la explosión de Leganés el CNI insistía en que Lamari era uno de los que estaban en el piso y que en la UCIE no lo veían claro porque no había ninguna prueba de ello. Esta parte me parece muy interesante porque reconoce implícitamente que en esa fase de la investigación la UCIE no tenía ninguna prueba o indicio de la participación de Lamari en el 11-M. Entonces, ¿por qué el CNI insistía tanto en meter a Lamari?¿Qué interés tenía?¿De qué información disponía?¿Qué sabía el CNI que no sabía la policía? Al final los "hechos" acabaron dando la razón al CNI, pero intuyo que nunca sabremos si el CNI jugaba con cartas marcadas en este caso. 

Otra cuestión que me parece interesante es el tema de si Lamari estaba controlado o no. Por desgracia en este caso el testimonio de Gómez Menor es poco concluyente porque en teoría no estaba en la UCIE en las fechas previas al 11-M, aunque tampoco eso está muy claro. El caso es que en su declaración no menciona algunos hechos que he expuesto en los hilos anteriores. No dice cómo es posible que el mismo día 11, si lo que Jaouad El Bouzrouti declara es cierto, la policía le pregunte por el supuesto viaje a Valencia de Lamari y Afalah. Tampoco explica por qué se detiene esos primeros días a personas supuestamente relacionadas con Lamari. Por fuerza hay que deducir que, o bien la policía tenía esa información antes del 11-M, o bien la recibe poco después del atentado, pero en cualquiera de los casos se trata de información de la que sólo se puede disponer si se tiene más o menos controlada o "centrada" a la persona en cuestión. Es decir, puede que no se le tenga localizado al minuto, pero sí se dispone de información más o menos actualizada de los sitios por donde se mueve. Por lo tanto se sigue el rastro desde antes del 11-M. Y aquí viene la segunda cuestión. Si la orden de busca y captura contra Lamari se emite el 18 de julio de 2003, ¿nos podemos creer que nadie es capaz de localizarle y detenerle en nueve meses, pero a las pocas horas de cometerse el atentado ya saben quién le había prestado un coche para un viaje a Valencia que se realizó cuatro meses antes? No se puede creer. Si lo que se ha contado sobre Lamari es cierto, "alguien" tenía información sobre los movimientos de Lamari y es difícil no llegar a la conclusión de que ese "alguien" no tuvo ninguna intención de cumplir la orden de detención. 

Segunda derivada, ¿cómo es posible que se tarde más de un año en emitir una orden de busca contra alguien que ha sido excarcelado por error? Durante un año no pasa nada con Lamari, pero es ponerle Garzón en busca y captura y comenzar los movimientos. De repente el CNI se acuerda de él y pocos meses después le considera un peligro y pide su localización.

Pero es que aún hay más. No sólo es que conociesen los movimientos de Lamari, sino que además esos movimientos supuestamente se realizan en un entorno, Lavapiés por ejemplo, fuertemente controlado por la policía y con personas que en esos momentos estaban siendo investigadas y vigiladas en diferentes sumarios antes de ocurrir el 11-M. Por ejemplo le relacionan con la familia Chedadi. O con el Tunecino. La respuesta de Gómez Menor cuando le preguntan por el "fax" del CNI resulta algo cínica. Es probable que él en ese momento no estuviese destinado en la UCIE y que no dispusiese de la infomación, pero no me puedo creer que no se haya enterado más tarde de lo que se hizo o dejó de hacer. Es decir, un terrorista prófugo de la justicia, con orden de detención desde julio de 2003, sobre el que el CNI emite una alerta en noviembre de 2003, que frecuenta los ambientes islamistas controlados de Madrid y lo único que atina a responder Gómez Menor es que a ellos nadie les dijo dónde estaba Lamari. Esas declaraciones no tienen ningún sentido cuando El País ha publicado varias informaciones como esta de José María Irujo.

Hay otra cuestión relacionada que me gustaría destacar. El diputado Del Burgo claramente está molesto por la noticias sobre Lamari publicadas por El País, que según él se publican para desacreditar la gestión del "antiguo CNI". ¡Caramba! Ahora resulta que Del Burgo se erige en defensor del "antiguo CNI", que supongo que será el CNI controlado por el gobierno del PP, con Dezcállar a la cabeza, el que supuestamente habría traicionado al gobierno de Aznar entre el 11 y el 14-M, o incluso antes. Por lo visto es a ese CNI al que quiere defender Del Burgo de los supuestos ataques de El País. ¡Una vez más en lo relacionado con Lamari los papeles están totalmente cambiados!

En fin, la digresión me ha salido excesivamente larga y resumiré lo que me parece más importante de la declaración de Gómez Menor. Uno, que el CNI estaba muy seguro de que en Leganés estaba Lamari y que estaba implicado en el 11-M, a pesar de que la policía no tenía datos que lo acreditase. Dos, que por algún motivo Gómez Menor, al igual que Del Burgo, parece que quiere quitar credibilidad a las informaciones que afirmaban que Lamari estaba controlado por CNI/policía antes del atentado y tampoco parecía muy interesado en que se le relacionase con el 11-M.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Tras la pista de Lamari (IV)

En las tres anteriores entradas he mostrado los curiosos movimientos, tanto del CNI como de la UCIE, para vincular a Allekema Lamari en los atentados del 11 de marzo. Y resultan curiosos porque se realizan de forma encubierta y nunca se han llegado a explicar completamente, a pesar de una comisión de investigación en el Parlamento y una prolongada instrucción judicial. A día de hoy desconozco el motivo por el que se detuvo a Farid Oulad Ali, por qué el mismo 11 de marzo se interrogó a El Bouzrouti o por qué supuestamente se desistió de buscar  a Mohamed Afalah en esos primeros días. De hecho ni siquiera sé por qué la UCIE, en contra de lo que se afirmaba en algunos testimonios posteriores al 11-M, reaccionó con tanta rapidez y a las pocas horas de cometerse el atentado estaba tras la pista de personas relacionadas con Allekema Lamari, ni por qué disponía de información tan precisa del paradero de alguien que llevaba un año en busca y captura. Hay muchas lagunas en esas primeras horas de la investigación y pretendo seguir avanzando para intentar aportar algo más de luz. Para poder continuar esta historia necesito realizar un pequeño quiebro que me va a permitir introducir posteriormente nuevos personajes y situaciones.

El artículo de José María Irujo de 19 de septiembre de 2004 en el diario El País, ya citado en el inicio de esta serie, aporta muchas claves y conviene recuperarlo como hilo conductor de esta historia.
El pasado 6 de marzo, cinco días antes del ataque, la unidad antiterrorista del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) elaboró una nota interna en la que informó de la desaparición del barrio madrileño de Lavapiés del argelino Allekema Lamari y de cinco radicales de su grupo, según señalan fuentes del centro. Lamari es presumiblemente el séptimo suicida sin identificar del comando terrorista.
Es curioso que Irujo se refiera a una nota del CNI de 6 de marzo de 2004. Las notas del CNI desclasificadas por el Gobierno de Zapatero a instancias del juez del Olmo son las siguientes:


La primera no tiene nada que ver con Lamari y es un análisis genérico de las amenazas terroristas de carácter islámico contra España antes del 11-M. Sin embargo esa referencia a la nota del CNI de 6 de marzo no era nueva, ya que el propio Irujo la había mencionado en una información previa el 13 de junio de 2004
El 6 de marzo de 2004, la unidad antiterrorista del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) elevó un informe al Ministerio del Interior, entonces dirigido por Ángel Acebes, en el que se informaba de la desaparición en el barrio madrileño de Lavapiés de un grupo de seis integristas, entre los que figuraba K. L. un argelino detenido en Valencia en 1997, condenado a 10 años de prisión y puesto en libertad tras ganar un recurso presentado ante el Tribunal Supremo.
Posteriormente, el 18 de octubre, tras la identificación de Lamari como el séptimo "suicida" de Leganés, El País retomó el tema con una información en portada que era un claro ataque contra la gestión del gobierno de Aznar y en la que se volvía a mencionar la misteriosa nota del CNI de 6 de marzo.
Las demandas del CNI no obtuvieron respuesta y los meses pasaron sin que la amenaza llegara a concretarse, pero el 6 de marzo, cinco días antes de los atentados contra los trenes de cercanías, volvió a insistir en su peligrosidad. El mismo 11 de marzo, mientras Madrid se sumía en el caos, agentes del CNI fotografiaron en un parque de Valencia a antiguos miembros del GIA, a la búsqueda del hilo que les condujera hasta su jefe.
Sin embargo desde algún medio salieron al quite del anterior gobierno. Es el caso de Libertad Digital, que desmentía a El País en esta noticia. Por lo visto disponía de buenas fuentes en la comisión de investigación como para saber qué notas se habían mostrado a la comisión de investigación del Congreso.
La información de El País llega a afirmar que sólo cinco días antes de los atentados –el 6 de marzo– el CNI le insistió de nuevo al Gobierno sobre “la peligrosidad del argelino”. Pero, por extraño que parezca, no hay referencia alguna del CNI a Lamari el día 6 de marzo. O no ha sido remitida –pese a que sería un documento esencial para la comisión y que avalaría la tesis de la imprevisión– o no existe.
Lo que viene a decir la noticia de Libertad Digital es que se podría estar confundiendo la fecha de 6 de marzo con la de 16 de marzo. El problema es que no existe tampoco nota de 16 de marzo, ya que la nota del CNI más próxima está fechada el 15 de marzo. Al parecer lo que hubo el día 16 es una reunión de coordinación a la que acudió por primera vez el director del CNI. 

Y tantas vueltas le dieron a esa supuesta nota informativa de 6 de marzo que el propio juez Del Olmo se la solicitó al mismísimo Secretario de Estado de Seguridad el 22 de noviembre de 2004. 



No he sido capaz de averiguar qué es lo que movió a Del Olmo a centrar su petición en esa nota de 6 de marzo, aunque supongo que serían las informaciones publicadas al respecto. El caso es que la contestación de Antonio Camacho es de lo más reveladora y es una muestra más de la guerra abierta en torno al papel de los servicios de inteligencia, el papel de Lamari y lo que sabían los respectivos gobiernos, tanto el saliente de Aznar, como el entrante de Zapatero.



Y es que leyendo la contestación de Antonio Camacho uno no puede dejar de acordarse de las declaraciones de Aznar en julio de 2004. No sé si Aznar se llevó los papeles del CNI, pero si nos creemos a Antonio Camacho al menos alguien los hizo desaparecer de la Secretaría de Estado de Seguridad. En cualquier caso la respuesta del Secretario de Estado de Seguridad no arredró al juez Del Olmo, que ya estaba decidido a tirar hacia delante con todo y solicitar la desclasificación de los documentos del CNI relativos al 11-M. Pero con Del Olmo por medio es tónica general que siempre acabe perdiéndose algo por el camino. Su señoría, o algún amanuense de su juzgado, tenía una habilidad especial para modificar convenientemente la redacción de sus autos y providencias, de forma que, aunque en apariencia dijesen lo mismo, en su literalidad las cosas fuesen bastante diferentes. En este caso sorprendentemente los que se dan cuenta son los periodistas de El País, concretamente Jorge A. Rodríguez y Miguel González.

El primer escrito que el juez elevó al secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, el 22 de noviembre de 2004, era más concreto, pues pedía las notas que el CNI envió a Interior sobre el argelino Alekema Lamari, el séptimo suicida de Leganés y presunto emir del grupo, en 2003 y 2004, "especialmente las que se habrían remitido el 6 de noviembre de 2003 y el 6 de marzo de 2004".
En estas notas, que leyeron los diputados de la comisión del 11-M, el servicio secreto advertía al Ministerio del Interior de que el argelino estaba dispuesto a cometer un atentado en España.
Camacho contestó al juez que estas notas no estaban en Interior y que se trataba de información clasificada, por lo que no podía "acceder en este caso específico a su petición", por impedírselo la legislación de secretos oficiales.
La fiscal del caso, Olga Sánchez, informó a favor de pedir la desclasificación de los documentos el 10 de enero de 2005; y el juez elevó su exposición motivada a los ministros de Defensa e Interior el 15 de febrero. Sin embargo, de la solicitud ha desaparecido toda alusión a Lamari y a los informes del CNI de 6 de noviembre y 6 de marzo, pues el argelino falleció el 3 de abril en Leganés y la causa no puede dirigirse contra él.
La noticia refleja fielmente el proceso seguido por el juez Del Olmo para incorporar la documentación del CNI al sumario. Y pone el dedo en la llaga en esa curiosa "omisión" en la solicitud de desclasificación que hace Del Olmo, aunque equivoca el motivo. En la solicitud de desclasificación se incluye a Lamari y al resto de suicidados en Leganés, así como de todos los imputados en el sumario en la fecha de la petición. Una vez más ignoro a qué se debe la omisión del párrafo señalado por El País, pero precisamente el que El País le de relevancia y lo mencione en una información de uno de sus expertos en Interior me ratifica en mi creencia de que es algo significativo.

En cualquier caso el Gobierno finalmente desclasificó algunas notas relativas a Lamari, las enumeradas al principio de la entrada, que fueron remitidas al juez Del Olmo e incorporadas al sumario. Y obviamente no aparece la famosa nota de 6 de marzo a la que se refería Irujo. ¿Realmente existió esa nota?¿La ocultó el gobierno de Zapatero al juez Del Olmo?¿Por qué desaparecieron de la Secretaría de Estado con el gobierno saliente de Aznar?

No tengo respuesta para estas preguntas, pero sí puedo destacar algunas cosas bastante obvias. En primer lugar el gobierno de Zapatero no tenía ningún interés por ocultar esos documentos. Al contrario, los podía utilizar políticamente contra Aznar, como así se hizo desde El País y medios afines. No se me ocurre nadie más interesado que el propio Zapatero en que Del Olmo le diese la excusa para desclasificar los documentos y que pudiesen ser públicos. Por el contrario no veo cuál podía ser el interés del PP en obtener unos documentos que podían ser utilizados para descalificar la gestión del gobierno anterior. Al margen de luchas políticas, tampoco veo ningún interés en el CNI por airear unos documentos que podrían poner en cuestión la actuación de los servicios de inteligencia en los días previos al atentado. Aunque es verdad que, en el ajedrez y en la estrategia militar, a veces hay que sacrificar algunos peones para lograr determinados objetivos. Lo que es evidente es que alguien tenía interés en airear el asunto Lamari y prueba de ello es que se facilitó información a José María Irujo. Si la nota no existía, ¿quién intoxicó específicamente a Irujo con los detalles concretos sobre la "desaparición" de Lamari y seis más de Lavapiés cinco días antes del atentado? Y si realmente existió, ¿por qué después de filtrar su contenido se hizo desaparecer y no se incluyó entre los documentos desclasificados? Tampoco se puede descartar la rivalidad entre los diferentes cuerpos de seguridad 

Como expliqué al principio, con esta historia sobre las notas del CNI tenía como objetivo introducir nuevos personajes en torno a las andanzas de Lamari. Y no soy el primero en seguir este camino. En octubre de 2005 Antonio Rubio aprovechaba la desclasificación de los documentos del CNI solicitada por Del Olmo para levantar el telón sobre uno de los principales protagonistas de la saga/fuga de A. L.: Safwan Sabagh. Y hasta aquí puedo contar.....de momento.






sábado, 1 de noviembre de 2014

Tras la pista de Lamari (III)

En el juicio del 11-M nos quedamos sin saber quién era el marroquí, que vivía en Fuenlabrada y que estaba  relacionado con Lamari, que intentó localizar el inspector 23.599 a las pocas horas de producirse el atentado por orden de sus superiores. Por supuesto podemos hacer alguna especulación al respecto, pero antes me gustaría contar una historia sobre otro marroquí muy relacionado con este asunto. Voy a contar la historia en orden cronológico inverso y espero que sirva para entender cómo se fabrican las noticias y se utilizan para determinados fines propagandísticos.

En marzo de 2005 Jaouad El Bouzrouti fue detenido en Fuenlabrada acusado de colaborar con Lamari y facilitar la huida de Mohamed Afalah y Abdelmajid Bouchar. En esta noticia de Jorge A. Rodríguez se aporta una cantidad increíble de información, en principio correcta. A continuación extracto lo más interesante.
La detención fue practicada un poco antes de las siete de la mañana en el piso que Jaouad El Bouzrouti (nombre facilitado por la policía) o Ridouan El Bouzroti (según figura en el buzón de su vivienda) ocupaba junto a su familia en el bloque 1-A de la avenida de las Naciones (Fuenlabrada). El arrestado residía en esa casa desde las últimas navidades.
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Bouzrouti no mostró "ninguna sorpresa" cuando fue detenido, según indicaron fuentes de la policía, que ya llevaba semanas tras sus pasos. Los investigadores consideran que este albañil conoce todos los detalles sobre la fuga desde Leganés....
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Lamari y Afallah solían utilizar para sus desplazamientos un Opel Vectra oscuro propiedad de El Bouzrouti. Así, los dos primeros citados visitaron a finales de 2003 al argelino Safwan Sabagh en su pollería de Valencia, en la que se presentaron a bordo de ese vehículo, "con matrícula española nueva".
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La policía está convencida de que el arrestado "estuvo en estrechas relaciones, en las fechas previas al 11-M", con los huidos Bouchar y Afallah, pero también con Youssef Belhadj, preso en Bélgica.
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El detenido en Fuenlabrada supuestamente estuvo en la casa que Youssef Belhadj tenía en Bélgica, y éste tuvo contactos con aquel entre febrero y marzo de 2004 en Madrid. En esas fechas, Bouzrouti también estuvo en conversaciones telefónicas con Bouchar.... 
Conviene aclarar que Jaouad El Bouzrouti vivía anteriormente en Leganés, en el mismo barrio que los hermanos Moussaten, sobrinos de Youssef Belhadj, y que también frecuentaba Abdelmajid Bouchar. El que quiera puede comparar la información de el artículo con la solicitud de detención enviada por la UCIE al juez Del Olmo. En general la información del artículo de Jorge A. Rodríguez es correcta y por lo tanto se trataría de un artículo periodístico impecable, ¿no?

Bueno, Jaouad El Bouzrouti se negó a declarar ante la policía por lo que fue puesto a disposición judicial el 11 de marzo de 2005. Su declaración no tiene desperdicio y se puede consultar íntegramente aquí, aunque para los más perezosos a continuación extracto lo más interesante.


Ajá. Según El Bouzrouti el mismo 11 de marzo la policía acudió a su domicilio para preguntarle por Lamari porque le habían visto en su coche (no necesariamente la policía, sino alguien). Y él les dijo que se lo había prestado a Mohamed Afalah. Este dato es importante porque, de ser cierto, coloca a Mohamed Afalah en el centro de la investigación desde el primer día. Pero no es lo único que declaró ante el juez.


Aquí confirma que Afalah dispuso de su coche en fechas que coincidirían con el viaje a Valencia con Lamari.


Otra vez aparece la "gente del ministerio del Interior", esta vez el 3 de abril en Leganés. Me gustaría resaltar la distinción que hace El Bouzrouti entre "policía" y "gente del Ministerio del Interior". ¿Es posible que se trate de gente del CNI?


Bueno, en este párrafo queda claro que la "gente del Ministerio del Interior" conocía perfectamente el viaje de Bouzrouti a Bélgica antes de que se produjese e incluso intentó utilizarlo, bien como cebo, bien como informador. 


En este momento resulta conveniente volver a leer la solicitud de información de la UCIE y el "magnífico" artículo de Jorge A. Rodríguez para hacer comparaciones y sacar las conclusiones oportunas. 

Me voy a tomar la libertad de afirmar que la detención de El Bouzrouti en marzo de 2005 fue una auténtica farsa. Algo parecido tuvo que pensar el juez Del Olmo. Nada más terminar la declaración ordenó la puesta en libertad sin fianza de El Bouzrouti. Eso sí, no parece que estuviese muy interesado en indagar las andanzas de esa "gente del ministerio del Interior". Una vez más. ¿Qué es lo que se pretendía con esta detención? Lo ignoro, pero me gustaría recordar que un mes antes, en febrero de 2005, fueron detenidos los hermanos Moussaten y su tío Youssef Belhadj, todos ellos conocidos de Bouzrouti y los primeros vecinos en Leganés. Es más, una cosa poco conocida es que, casualmente, Youssef Belhadj fue detenido el 19 de marzo de 2004 en la Operación Asperge de la policía belga contra el GICM y puesto en libertad en junio de ese mismo año.

Lo peor del caso es que aunque Jaouad El Bouzrouti nunca fue procesado, sí tuvo que declarar en el juicio del 11-M como testigo el 16 de abril de 2007. Y en el juicio volvió a contar lo mismo que declaró a Del Olmo, incluso con algún añadido. Por supuesto a Gómez Bermúdez en este caso tampoco tuvo la curiosidad suficiente como para indigar sobre las actividades de esa gente del "ministerio del Interior". Es posible que no lo necesitase.

Y ahora vuelvo al inicio de esta entrada. ¿Era Bouzrouti el marroquí relacionado con Lamari que tenía que localizar el inspector 23.599 en Fuenlabrada? Lo dudo ya que hay varias cosas que no encajan. Bouzrouti dice que le visitaron la misma tarde de los atentados, mientras que el inspector se refiere al día 12 de marzo. Podría haber confusión en cuanto a la fecha por el tiempo transcurrido, pero lo dudo. Pero lo fundamental es que Bouzrouti en 2004 vivía en Leganés y no se mudó a Fuenlabrada hasta tiempo después de que el inspector 23.599 dejase la UCIE, por lo tanto nunca le hubiese buscado allí, ni se podía haber confundido en el juicio. ¿Se trataba de Mohamed Afalah? Es probable. De hecho Bouzrouti dió el nombre de Afalah a la policía el mismo 11 de marzo. Sospecho que la policía/CNI tenía localizadas a estas personas antes del 11-M, pero lo que es seguro es que desde el primer día de la investigación, según sus propias declaraciones y según la documentación del sumario, la policía y/o el CNI tenía mucha más información sobre los supuestos autores que la que oficialmente se ha reconocido. Y alguien, por un algún motivo que se desconoce, ordenó cesar esas líneas de investigación, que curiosamente conducían a las personas que días después conseguirían fugarse del cerco (¿o circo?) de Leganés y salir de España.