domingo, 28 de diciembre de 2014

Tras la pista de Lamari (V)

Llegados a este punto es necesario introducir a la pieza fundamental de esta historia. Me estoy refiriendo a Safwan Sabagh, el sirio apodado "El Pollero" por regentar un asador de pollos en Valencia. Pero me encuentro con un pequeño problema cronológico a la hora de introducir a este personaje. ¿En qué momento de la VO se introduce en escena este personaje? Supongo que muchos dirían que cuando se encuentra el Skoda Fabia, ya que en este coche aparecieron anotaciones con sus números de teléfono. Quizás otros contesten que después de la explosión de Leganés, ya que en el desescombro se encontraron libros sobre el islam con sus huellas dactilares. Ambas respuestas son correctas, pero al mismo tiempo están equivocadas. Realmente Safwan Sabagh siempre estuvo allí, mucho antes de que ocurriese el 11-M. Pero su irrupción en la VO, aunque breve y discreta, es anterior a esos episodios. Y analizada conjuntamente con la información aportada en la serie sobre Lamari no carece de interés.

He relatado cómo el mismo 11 de marzo la policía interrogó a Jaouad El Bouzrouti en relación con un viaje a Valencia de Afalah y Lamari, cómo el 12 de marzo el inspector Parrilla fue comisionado a Parla para localizar a un marroquí, probablemente Mohamed Afalah. El 17 de marzo se solicitaba detención y registro del domicilio de los hermanos Chedadi y de Farid Oulad Ali, ambas solicitudes basadas en una supuesta relación con Allekema Lamari. Pues bien, el 23 de marzo se detuvo a dos argelinos y un sirio en Valencia por su relación con el GIA. La noticia se publicó en varios diarios, como El País o El Mundo, pero no se relacionó directamente con el 11-M y quedó en segundo plano. Aunque en las noticias sólo se facilitan las iniciales, algo que en general no ocurría en el caso de otros detenidos, no es difícil determinar que los argelinos eran Hocine Kedache y Abdelkrim Beghadali, mientras que el sirio era Safwan Sabagh. Los tres fueron puestos en libertad tres días más tarde sin que llegasen a pasar a disposición judicial. Aunque en las noticias no se diga, el único motivo lógico para estas detenciones es, una vez más, la relación de estas personas con Allekema Lamari. A los dos argelinos los relacionan con las detenciones de miembros del GIA en Valencia en 1997, las mismas en las que fue detenido Lamari. Pero es que además Hocine Kedache tuvo alojado en su casa a Lamari después de su salida de la cárcel. Y ya veremos que en ese mismo periodo Beghadali también estuvo en contacto con Lamari. Me resulta bastante curioso que siendo Lamari un prófugo al que la policía no consigue localizar, tenga tanta información sobre sus movimientos, aunque sea a posteriori. Pero hay más cosas curiosas. Tanto Beghadali con Sabagh fueron detenidos posteriormente al menos en dos ocasiones más en 2004. En un informe de las diligencias policiales (Pieza separada de Leganés, T. 7, f. 1.871 y ss.) de la última detención en agosto de 2004 aparece esta mención a las detenciones de marzo (f. 1.906):



Por lo que en el caso de esas detenciones de Valencia hay algunas cosas que resultan extrañas. Si la UCIE, a instancia del CNI según vimos en las primeras entradas, estaba siguiendo la pista de Lamari y deteniendo a algunas de las personas con las que se habría relacionado mientras estaba en busca y captura, ¿por qué es la BPI de Valencia la que se encarga de la detención? Entiendo que se delegase en la BPI la práctica de esas detenciones por una cuestión de optimización de recursos, aunque para la detención de agosto de 2004 hicieron desplazarse a Valencia al inspector Parrilla de la UCIE. Mucho más chocante me parece que la detención se realice en el marco de las Diligencias Previas del J.C.I. nº 2, cuyo titular es Ismael Moreno, sobre todo cuando se justifican las detenciones por su posible relación con el 11-M. El J.C.I. nº 2 era el juzgado de guardia en el momento de producirse las detenciones, en esas fechas se encargó de las detenciones de Almallah y la célula de Virgen del Coro, y por eso fue el encargado de abrir las diligencias previas, pero lo normal es que posteriormente se remitan al juzgado competente, en este caso el nº 6. No he sido capaz de encontrar en el sumario esas diligencias previas 96/04 del J.C.I. nº 2, a pesar de que en las diligencias previas 100/04 sobre la detención de la célula de Virgen del Coro, que sí se enviaron a Del Olmo, se mencionan las 96/04. Sólo he encontrado en una pieza separada las declaraciones de Beghadali y Sabag, pero no la de Hocine Kedache. Tampoco encuentro ningún tipo de documentación sobre los registros en los domicilios que según la prensa se realizaron. Una cuestión que podría tener cierto interés ¿Tiene algo que ver el hecho de que fuesen detenidos pero no pasasen a disposición judicial? No debería ser el motivo tal y como se puede comprobar en este extracto de un informe de la UCI (T. 160, f. 60.374).


Al margen del "extravío" de esas diligencias previas creo que he demostrado que, desde el primer día, existía una línea de investigación paralela a la oficial del 11-M, en torno a Allekema Lamari, de la que nadie ha explicado qué datos lo relacionaban con el 11-M. Lo único que se sabe es que se basan en informaciones de un genérico CNI. Pero todavía hay cosas más extrañas, pero para explicarlas es necesario dar un salto hacia el futuro y revisar esta noticia de Antonio Rubio de octubre de 2005 que no tiene desperdicio y aporta muchas claves.

«Tenéis que darnos 48 horas. No podéis detener a Sabagh Safwan hasta que hablemos con él. Es uno de nuestros hombres más importantes». Esta fue, más o menos, la conversación que se produjo entre el responsable del área Contraterrorismo-Islam del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el jefe de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) de la Policía el 22 de marzo de 2004, 11 días después de los atentados del 11-M.
La Policía aceptó la petición del CNI a medias y, finalmente, otorgó un margen de 24 horas para que los agentes de los servicios secretos hablaran con su confidente, el sirio Sabagh Safwan, apodado El Pollero, antes de ser detenido por su relación con el comando Lavapiés, que actuó contra los trenes de la muerte.

El artículo permite interpretar algunas de las cosas que ya he contado y otras que relataré en próximas entradas. ¡Resulta que presuntamente Safwan Sabagh era un informador del CNI! Presuntamente, porque cuando declaró en el juicio del 11-M negó pertenecer a ningún servicio secreto. Volveremos más adelante sobre esa declaración. Lo que me llama poderosamente la atención es que, partiendo del supuesto de que la UCIE no tenía conocimiento sobre los movimientos de Lamari antes del 11-M, la información proporcionada por el genérico CNI acaba conduciendo, no a la detención de Lamari, sino a la detención del colaborador del CNI que informaba sobre Lamari. Y en este punto me planteo varias cuestiones. Si es cierto que Safwan Sabagh era un habitual de los círculos islamistas radicales, cosa por otra parte lógica en un colaborador del CNI, ¿es posible que la policía no tuviese noticia de él y que no sospechase, o tuviese la certeza, de su papel de informador? Parece improbable. Por lo tanto, ¿su detención es casual y es un efecto colateral de la búsqueda urgente de Lamari? O por el contrario, ¿es un intento de presión de la policía al CNI?¿Una disputa entre servicios de información? Hay una tercera posibilidad que nunca se puede descartar, la de una guerra interna entre sectores del CNI. 

El artículo de Antonio Rubio no dice nada sobre esto, pero si lo que cuenta es cierto, o la policía informó al CNI sobre las personas a las que pensaba a detener, o alguien informó inmediatamente al CNI de que se iban a producir esas detenciones. Y aunque no es una prueba fehaciente de que tuviesen un conocimiento previo de la presunta actividad de Sabagh como confidente, no me imagino a la policía informando al CNI de todas las detenciones que pretenden realizar. En cambio no es descartable que alguien, bien de la propia policía, bien de la Audiencia Nacional, informase al CNI de las intenciones de la policía, aunque no sé si con la suficiente anticipación. Por lo tanto no puedo llegar a ninguna conclusión sobre si la policía conocía o no las actividades de Sabagh cuando decidió detenerlo.

Lo que sí podemos suponer es que esa reunión del CNI con Sabagh previa a su detención permitió a su controlador aconsejarle sobre lo que tenía que declarar. Y el resultado fue la siguiente declaración que permitió que fuese puesto en libertad sin cargos a los 3 días de su detención. La declaración de Beghadali se puede consultar aquí.

En próximas entradas veremos cómo evolucionan esas declaraciones en función de cómo se desarrollan los acontecimientos.








jueves, 18 de diciembre de 2014

Excurso en la serie "Tras la pista de Lamari"

Voy a hacer un pequeño alto en el relato sobre la saga/fuga de Lamari para introducir un testimonio que considero relevante y que, quizás, aporte algo de luz a algunas cuestiones que he planteado. O puede que aporte todavía más oscuridad e incertidumbres.

El 25 de octubre de 2004 comparecía el Jefe de Brigada de la Comisaría
General de Información, Unidad Central de Información Exterior (UCIE), el Sr. Gómez Menor. La transcripción de su comparecencia se puede consultar aquí.

El tema lo saca, cómo no, el parlamentario del PP Del Burgo:
Del Burgo: [...] Yo le quiero preguntar: entonces el juez Garzón tenía el seguimiento judicializado de el Tunecino, de el Egipcio ¿y de Lamari?
Gómez Menor: De Lamari le voy a decir un secreto. Lamari es otro de los individuos que ha sido detenido por la Unidad Central de Información Exterior con todo su comando, si no recuerdo mal, en el año 1997, junto con Beresmail, junto con Mohamed Amine Akli y otros dos o tres más.
Del Burgo: Este tenía relación con Abu Dahdah, claro.
Gómez Menor: Por supuesto. Él no, su jefe. Abu Dahdah solamente se relacionaba con los números uno. Él formaba parte de un grupo, y su jefe, el que luego a la postre ha resultado ser…
Del Burgo: ¿Cómo se llama su jefe?
Gómez Menor: Nouredim Doumalou.
Del Burgo: ¿Tiene algún alias para que nos…
Gómez Menor: Nouredim Doumalou. Su jefe sí, era el hombre de Abu Dahdah en Valencia.
Del Burgo: ¿Y este se relaciona con Lamari?
Gómez Menor: Eran del mismo comando. Estaban incluidos en la misma célula. Fueron condenados juntos. Está claro, clarísimo. Ha habido una sentencia judicial.
Del Burgo: ¿Usted sabía que por auto del 18 de julio de 2003 Garzón ordenó su busca y captura?
Gómez Menor: Yo sabía que estaba en busca y captura, sí.
Del Burgo: Ya sabe que se nos ha dicho que el Ministerio del Interior desoyó un informe del CNI, de noviembre de 2003, que advertía de la peligrosidad de Lamari.
Gómez Menor: ¿Cómo vamos a desoír la peligrosidad de una persona que ha sido condenada por terrorismo? Eso cae por su propio peso.
Del Burgo: Lo digo porque han sido titulares de periódicos para desacreditar la gestión del antiguo CNI.
Gómez Menor: Yo sé un poco por qué me pregunta esto y le puedo decir que funcionarios del CNI vinieron y estuvieron en contacto con nosotros y nos indicaron la posibilidad de que Lamari….
Del Burgo: Allí estuvieron los funcionarios….
Gómez Menor: Es lo que le iba a precisar. A mí me llegó este conocimiento después de aparecer el piso, después de explotar la vivienda de Leganés.
Del Burgo: O sea, después del 14-M.
Gómez Menor: Después del 3 de abril.
Del Burgo: ¿Después del 3 de abril?
Gómez Menor: Le estoy hablando de mí, de mi conocimiento. No sé si anteriormente el CNI había hablado con el señor Rayón o con el otro comisario. No lo sé, sinceramente. Yo sí le digo que tuve una reunión con ellos después de explotar el piso de Leganés. Y ellos alegaron que Allekema Lamari podría ser una de las personas que estarían involucradas en esta acción. Yo no le digo ni que sí ni que no. Es un terrorista y claro que puede estar. Nosotros pedíamos pruebas: ¿existe algún indicio, existe alguna prueba? Pero pruebas no había nada más que su peligrosidad, en la que estamos de acuerdo.
Del Burgo: ¿Tuvieron conocimiento de que a Lamari lo habían puesto en libertad indebidamente?
Gómez Menor: Si le soy sincero, me he enterado por los periódicos.
Del Burgo: ¿Ahora?
Gómez Menor: Ahora. Sabía que estaba en busca y captura, reclamado.
Y lo remata el Sr. Rascón Ortega, diputado del Grupo Socialista.
Rascón Ortega: Antes ha hecho usted mención precisamente a un motivo posible de descoordinación, del que tuvo conocimiento incluso después de la masacre del 11 de marzo. Determinados datos del Centro Nacional de Inteligencia que le llegaban a usted para que se procediera a la inmediata detención, en este caso de Allekema Lamari como un gran peligroso. Ha venido a decir que estaba en busca y captura. Le pregunto, ¿estaba en busca y captura y ustedes lo sabían?
Gómez Menor: Nosotros sabemos que Allekema Lamari está en busca y captura, lo que no sabemos es dónde estaba.
Rascón Ortega: Perdón, me estoy refiriendo a la fecha por la que le preguntaba otro comisionado. He creído entender que era en julio de 2003 cuando se le puso en busca y captura a Allekema Lamari.
Gómez Menor: No sé exactamente la fecha, pero llevaba unos cuantos meses, cinco o seis meses en busca y captura. No sé la fecha. (El señor Del Burgo Tajadura: 18 de julio de 2003.)
Rascón Ortega: El 18 de julio de 2003.
Gómez Menor: Sí, llevaba unos meses.
Rascón Ortega: ¿Y en noviembre de 2003 a ustedes no les llega un fax dando cuenta de la imagen externa de Allekema Lamari para que se proceda a su inmediata detención, ya sea vía comisario general o vía secretario de Estado? [Nota: Es una alusión a la nota del CNI de 8 noviembre de 2003]
Gómez Menor: Particularmente desconozco si ese fax llegó. Lo que sí le digo con toda seguridad es que si el fax para que se procediera a la detención llegó, no figuraba dónde estaba Allekema Lamari, porque entonces hubiéramos procedido a detenerle. Nosotros no sabíamos dónde estaba Allekema Lamari. Se trata de una persona que está en busca y captura y nuestra obligación es detenerle. Yo he leído que el CNI estaba detrás de él. Pues, ¡caray!, dígannos ustedes dónde está, que vamos a detenerle. Yo no lo sé y creo que el CNI tampoco lo tenía centrado. Le estoy hablando a nivel de periódicos.
Rascón Ortega: No me sirve. Me sirve la información del profesional.
Gómez Menor: Le digo lo que yo sé.
Rascón Ortega: Eso, eso. Eso es lo que realmente a mí me interesa.
Gómez Menor: Lo que yo sé es que hablé con el CNI después de que el piso explotó. Nos dijo que Allekema Lamari podía estar y nosotros dijimos puede que sí, puede que no, no lo sé. Que es una persona peligrosa, estamos de acuerdo; que hay que detenerla, de acuerdo, está en busca y captura, pero ¿dónde está? Lo que le aseguro con toda rotundidad es que el CNI no nos dijo dónde estaba en esos momentos Allekema Lamari. 
Rascón Ortega: Pero me está hablando de un contacto producido en abril de 2004 y yo le pregunto por noviembre de 2003.
Gómez Menor: Eso lo desconozco.
Insisto en que se pueden sacar muchas cosas interesantes de esta comparecencia. De momento quiero centrarme en la parte que he extractado. Me tomo la libertad de resumir lo que yo entiendo que quiere transmitir Gómez Menor. Por una parte está diciendo que después de la explosión de Leganés el CNI insistía en que Lamari era uno de los que estaban en el piso y que en la UCIE no lo veían claro porque no había ninguna prueba de ello. Esta parte me parece muy interesante porque reconoce implícitamente que en esa fase de la investigación la UCIE no tenía ninguna prueba o indicio de la participación de Lamari en el 11-M. Entonces, ¿por qué el CNI insistía tanto en meter a Lamari?¿Qué interés tenía?¿De qué información disponía?¿Qué sabía el CNI que no sabía la policía? Al final los "hechos" acabaron dando la razón al CNI, pero intuyo que nunca sabremos si el CNI jugaba con cartas marcadas en este caso. 

Otra cuestión que me parece interesante es el tema de si Lamari estaba controlado o no. Por desgracia en este caso el testimonio de Gómez Menor es poco concluyente porque en teoría no estaba en la UCIE en las fechas previas al 11-M, aunque tampoco eso está muy claro. El caso es que en su declaración no menciona algunos hechos que he expuesto en los hilos anteriores. No dice cómo es posible que el mismo día 11, si lo que Jaouad El Bouzrouti declara es cierto, la policía le pregunte por el supuesto viaje a Valencia de Lamari y Afalah. Tampoco explica por qué se detiene esos primeros días a personas supuestamente relacionadas con Lamari. Por fuerza hay que deducir que, o bien la policía tenía esa información antes del 11-M, o bien la recibe poco después del atentado, pero en cualquiera de los casos se trata de información de la que sólo se puede disponer si se tiene más o menos controlada o "centrada" a la persona en cuestión. Es decir, puede que no se le tenga localizado al minuto, pero sí se dispone de información más o menos actualizada de los sitios por donde se mueve. Por lo tanto se sigue el rastro desde antes del 11-M. Y aquí viene la segunda cuestión. Si la orden de busca y captura contra Lamari se emite el 18 de julio de 2003, ¿nos podemos creer que nadie es capaz de localizarle y detenerle en nueve meses, pero a las pocas horas de cometerse el atentado ya saben quién le había prestado un coche para un viaje a Valencia que se realizó cuatro meses antes? No se puede creer. Si lo que se ha contado sobre Lamari es cierto, "alguien" tenía información sobre los movimientos de Lamari y es difícil no llegar a la conclusión de que ese "alguien" no tuvo ninguna intención de cumplir la orden de detención. 

Segunda derivada, ¿cómo es posible que se tarde más de un año en emitir una orden de busca contra alguien que ha sido excarcelado por error? Durante un año no pasa nada con Lamari, pero es ponerle Garzón en busca y captura y comenzar los movimientos. De repente el CNI se acuerda de él y pocos meses después le considera un peligro y pide su localización.

Pero es que aún hay más. No sólo es que conociesen los movimientos de Lamari, sino que además esos movimientos supuestamente se realizan en un entorno, Lavapiés por ejemplo, fuertemente controlado por la policía y con personas que en esos momentos estaban siendo investigadas y vigiladas en diferentes sumarios antes de ocurrir el 11-M. Por ejemplo le relacionan con la familia Chedadi. O con el Tunecino. La respuesta de Gómez Menor cuando le preguntan por el "fax" del CNI resulta algo cínica. Es probable que él en ese momento no estuviese destinado en la UCIE y que no dispusiese de la infomación, pero no me puedo creer que no se haya enterado más tarde de lo que se hizo o dejó de hacer. Es decir, un terrorista prófugo de la justicia, con orden de detención desde julio de 2003, sobre el que el CNI emite una alerta en noviembre de 2003, que frecuenta los ambientes islamistas controlados de Madrid y lo único que atina a responder Gómez Menor es que a ellos nadie les dijo dónde estaba Lamari. Esas declaraciones no tienen ningún sentido cuando El País ha publicado varias informaciones como esta de José María Irujo.

Hay otra cuestión relacionada que me gustaría destacar. El diputado Del Burgo claramente está molesto por la noticias sobre Lamari publicadas por El País, que según él se publican para desacreditar la gestión del "antiguo CNI". ¡Caramba! Ahora resulta que Del Burgo se erige en defensor del "antiguo CNI", que supongo que será el CNI controlado por el gobierno del PP, con Dezcállar a la cabeza, el que supuestamente habría traicionado al gobierno de Aznar entre el 11 y el 14-M, o incluso antes. Por lo visto es a ese CNI al que quiere defender Del Burgo de los supuestos ataques de El País. ¡Una vez más en lo relacionado con Lamari los papeles están totalmente cambiados!

En fin, la digresión me ha salido excesivamente larga y resumiré lo que me parece más importante de la declaración de Gómez Menor. Uno, que el CNI estaba muy seguro de que en Leganés estaba Lamari y que estaba implicado en el 11-M, a pesar de que la policía no tenía datos que lo acreditase. Dos, que por algún motivo Gómez Menor, al igual que Del Burgo, parece que quiere quitar credibilidad a las informaciones que afirmaban que Lamari estaba controlado por CNI/policía antes del atentado y tampoco parecía muy interesado en que se le relacionase con el 11-M.