sábado, 29 de marzo de 2014

La honestidad del juzgador (III)

Vuelvo a comentar la famosa entrevista de Casimiro García-Abadillo al juez Gómez Bermúdez en vísperas del décimo aniversario del atentado del 11 de marzo. La entrevista no tiene desperdicio y da para muchas entradas en cualquier blog. 

El primer día analicé la contestación en la que Gómez Bermúdez le replicaba a Casimiro que la goma 2 EC tenía nitroglicerina en su composición. Hoy me voy a parar en la contestación siguiente:

R.– Hay documentos que demuestran fehacientemente que a Mina Conchita en 2003 y 2004 se le suministró Goma 2 EC que, en efecto, en teoría estaba retirada del mercado y no se fabricaba. Pero están los documentos ahí y está hasta el precio que pagó Mina Conchita. ¿Por qué? Pues mire, porque el descontrol de explosivos en Asturias, en aquella época, era impresionante. Además, lo que se encuentra es una traza. Y una traza puede obedecer a muchas razones. Es verdad que en este proceso se intentó todo. Al final, quedan siempre flecos. Lo esencial es que lo que estalla en los trenes es una dinamita goma. Sea cual sea la marca. Y, desde luego, ETA no tuvo absolutamente nada que ver con ese tema.

Cuando lo leí di un respingo y me alegré. Porque para mi era evidente que se estaba refiriendo al siguiente párrafo de la página 550 de los fundamentos jurídicos de la sentencia del 11-M:

No obstante, en contra de los [sic] sostenido en distintos informes, la GOMA 2 EC seguía circulando en el año 2004, como lo prueban, entre otras, las siguientes facturas:



  • De 31 de marzo de 2004, emitida por Canela de Seguridad S.A. -con vencimiento el 10 de junio del mismo año- donde consta el suministro a Caolines de Merillés -destino Arbodas- de 2.175 kilos de GOMA 2 EC -f. 31089-
  • Emitida el 30 de abril de 2004 por la misma empresa por el suministro de 1.150 y 550 kilos de GOMA 2 EC con destino, respectivamente, a mina Conchita y Arbodas -f. 31129, tomo 95-
  • La girada el 31 de mayo de 2004 por el suministro de 1.800 y 700 kilos de GOMA 2 EC con destino, respectivamente, a mina Conchita y Arbodas -f. 31155-, tomo 95-
  • La de 30 de junio de 2004 por el suministro de 750 y 750 kilos de GOMA 2 EC con destino, respectivamente, a mina Conchita y Arbodas -f. 31192, tomo 95-
  • De fecha 31 de julio de 2004 por el suministro de 450 kilos de GOMA 2 EC con destino a mina Conchita -f. 31230, tomo 95-
El soberbio juez una vez más nos deja con la boca abierta y nos demuestra, más allá de toda duda y con pruebas documentales, en los que una dinamita que no se fabrica desde el año 2002 seguía en circulación irregularmente en 2004. ¡Y además lo hacían constar en facturas! Solo les faltó llamar al notario para que diese fe.

El problema es que la realidad y los anhelos del juez no siempre coinciden. Cosas que el juez omite en esa parte de la sentencia:

El juez cita cinco facturas de marzo, abril, mayo, junio y julio. Pero no menciona que también son idénticas las facturas de agosto, septiembre, octubre y noviembre de 2004 de Mina Conchita y Arbodas de los folios 31.238, 31.268, 31.296, 31.306 y 31.351 (en algunos casos aparecen las dos minas en la misma factura y en otros en facturas separadas).

Es decir, siguiendo la argumentación del juez y con los datos del sumario, toda la dinamita distribuida a Mina Conchita y Arbodas entre el 1 de marzo y el 30 de noviembre de 2004 era goma 2 EC con un peso total de sólo 15.800 kg. Por suerte para el juez y para nuestra desgracia, no hay más facturas en el sumario. Algo que no deja de ser sorprendente ya que faltan precisamente las facturas de los periodos en los que supuestamente se robó dinamita. España es así, sobre todo en las instrucciones e investigaciones "ejemplares".

En cualquier caso creo que no nos hacen falt. Primero vamos a ver una de esas facturas que según el juez acreditan "fehacientemente" tamañas irregularidades.


Se puede ver que el artículo en cuestión se lee literalmente como GOMA 2 E-C 26/45. Y se mencionan un número de guías de circulación y portes. Esto es debido a que Canela Seguridad no sólo vende la dinamita, sino que la transporta hasta la mina. Y se encarga de gestionar toda la documentación y los permisos. Esos permisos consisten en una guía de circulación y una carta de porte para cada transporte. En este caso, en marzo y para Mina Conchita en la factura se incluyen 11 guías y 11 portes, de los cuales 6 corresponden a explosivos (envíos el 1, 5, 10, 15, 22 y 29 de marzo) y los otros 5 a envíos de detonadores.

Adjunto una guía de circulación y la carta de porte correspondiente.


A diferencia de la factura, en la que se utiliza un artículo genérico Goma 2 E-C 26/45 (no se determina el calibre concreto que se suministra), en la carta de porte se designa correctamente el producto que se transporta, Goma 2 ECO 26x200, es decir cartuchos de calibre 26 y longitud 200 mm, que es precisamente el tamaño que se utilizaba en la explotación.

Por curiosidad adjunto guía y carta de porte para uno de los envíos de detonadores.

También se puede comprobar que respecto al artículo de la factura, Riodet Al. R. 1-8 2 M (detonadores Riodet con capsula de aluminio, rabizas de 2 metros y retardo entre 1 y 8), en la carta de porte se detallan el número concreto de detonadores de cada duración del retardo. El artículo de la factura es genérico y en él se engloban ocho tipos diferentes de detonadores en función del retardo.

Por supuesto en los libros de explosivo en las anotaciones correspondientes al mes de marzo aparece goma 2 ECO.


Y en un infome de la Guardia Civil de 27 de abril de 2004 aparece en el anexo fotográfico una imagen de uno de los minipolvorines de Mina Conchita, lleno de una goma 2 ECO que según el juez no se habría distribuido en esas fechas.




Amigo lector, si has llegado hasta aquí te mereces ingresar en la orden del conspiranóico redomado. A la vista de lo expuesto, ¿a qué lado del filo de la navaja de Occam se quedó Gómez Bermúdez?¿Realmente demuestra sentido común con su afirmación de que en 2004 se distribuyeron 15.800 kg de goma 2 EC?¿No será más probable que Canela Seguridad no haya actualizado el nombre del artículo contable y siga manteniendo la misma descripción desde que lo dieron de alta en su sistema?

La explicación parece obvia, pero por lo que se lee en la entrevista Gómez Bermúdez sigue creyéndose sus propias "inexactitudes". E incluso prolonga el "fraude" de la goma 2 EC hasta el año 2003. Es lo que tiene contar batallitas.


sábado, 22 de marzo de 2014

La honestidad del juzgador (II)

En la entrada anterior analicé algunos de los errores cometidos por Gómez Bermúdez en la sentencia del 11-M en cuestiones relacionadas con los explosivos. Pero no son los únicos. Sin ir más lejos en la página 539 de los fundamentos jurídicos aparece el siguiente jeroglífico:


Los análisis detectaron en los focos de las explosiones producidas en los trenes los siguientes compuestos químicos a los que, entre corchetes, asociamos una marca de dinamita plástica
  • En todas las muestras, dibutilftalato o ftalato de dibutilo en un porcentaje muy superior al 1% [GOMA 2 ECO]
  • Nitroglicol -EDGN- en porcentajes superiores al 1% en todos los focos [GOMA 2 ECO]
  • Dinitrotolueno -DNT- en varios focos en porcentajes muy inferiores al 1% [GOMA 2 EC y TITADYNE]
  • Nitroglicerina -NG- en un foco de explosión en porcentaje muy inferior al 1% [GOMA 2 EC y TITADYNE]

La redacción de estos párrafos de la sentencia parece que pretende inducir la siguiente conclusión: en todas las explosiones tengo mucha cantidad de los componentes de la goma 2 ECO, mientras que los rastros de componentes de otras dinamitas son ínfimos y no aparecen en todos los focos. Es decir, todo o parte de lo que estalló fue goma 2 ECO y, quizás, en algún foco estaba mezclada con otra dinamita que podría ser goma 2 EC, también presenten en Mina Conchita.

Vayamos por partes.

En el primer párrafo (la negrita es mía) se está refiriendo a los focos de las explosiones. Ahora bien, hasta donde yo sé en la pericia no se realizó análisis cuantitativo de las muestras de los focos de los trenes. De hecho en el informe de la macropericia del análisis de explosivos realizado durante el juicio y que es fácilmente accesible en Internet sólo aparecen datos cuantitativos de las muestras de explosivo intacto y no de las muestras de los focos de los trenes. Sí que hay algo parecido a un análisis cuantitativo de una de las muestras de los trenes: el polvo de extintor de uno de los vagones de El Pozo. Entonces, ¿de dónde saca Gómez Bermúdez esos porcentajes? Misterio que agradecería que alguien me aclarase.



  1. Ftalto de dibutilo (DBP) . He puesto el énfasis en todas las muestras porque ¿en todas las muestras de los focos de los trenes apareción ftalato de dibutilo? Según la documentación que consta en el informe pericial no. Concretamente en la muestra M-6-11, chapas metálicas retorcidas de las explosiones de Téllez, el resultado analítico es nitratos, nitritos, nitroglicol y dinitrotolueno. En esa muestra de uno de los focos de explosión no se encuentra fltalato por lo que es incorrecto hablar de todas las muestras. 
  2. Nitroglicol (EDGN). Vuelvo a poner el énfasis en todos los focos. ¿Se encontró nitroglicol en todos los focos de las explosiones? La respuesta es no. En las muestras M-6-1 a M-6-4, que se corresponden con los focos 1, 2, 3 y 4 de Atocha no se detectó nitroglicol en los análisis. Tampoco en la muestra M-6-8 de foco indeterminado de El Pozo, aunque sí en otras muestras de explosiones en esa estación. Es totalmente erróneo afirmar que en todos los focos se encontró nitroglicol.
  3. Dinitrotolueno (DNT). Énfasis en varios focos. Se da la curiosa circunstancia de que el DNT sí se encontró en todos los focos de las explosiones, muestras M-6-1 a M-6-13 y M-7-1-D. 
  4. Nitroglicerina (NG). En este caso el único foco de explosión en el que se detectó nitroglicerina fue en el foco 3 de El Pozo (coche nº 5). Y fue la única muestra de los focos de explosión en la que se hizo una cuantificación de cada uno de los componentes encontrados. El porcentaje en el que aparece un componente determinado en un resto de explosión no es indicativo de nada. Ya expliqué en la anterior entrada que la Goma EC no se fabricaba con nitroglicerina desde 12 años antes de los atentados, dato que el tribunal lo conocía perfectamente.

¿Cómo es posible que un Tribunal pueda seguir un razonamiento lógico y llegue a conclusiones correctas a partir de datos totalmente erróneos?. ¿No será que está tratando de justificar una conclusión establecida de antemano?

Gómez Bermúdez se ha colocado las cartas para que le salga el solitario.

sábado, 15 de marzo de 2014

La honestidad del juzgador (I)

En vísperas del décimo aniversario de los atentados del 11-M el diario El Mundo sorprendió a propios y extraños con una entrevista a Gómez Bermúdez, presidente del tribunal del 11-M y ponente de la sentencia. 

Una vez más El Mundo consiguió una importante exclusiva, scoop que dicen ahora, y tampoco el juez Gómez Bermúdez rehuyó la "confrontación" con Casimiro García Abadillo, abordando muchos de los temas que se han venido debatiendo durante los últimos años. En mi opinión la entrevista no es nada espontánea y se estaba buscando crear polémica y conseguir un determinado efecto en seguidores y detractores de El Mundo y del juez.

Ni qué decir tiene que la mencionada entrevista provocó un aluvión de comentarios de todo tipo en las redes sociales, radios y medios de comunicación. Al margen de determinados comentarios, lo que más me llamó la atención fue la falta de rigor, rallando en la falsedad y la mentira, de alguna de las afirmaciones del juez.

Por ejemplo la siguiente perla en relación con los resultados de la pericial de 2007:
R.– Pero es curioso: fíjese, en esa grabación lo que se ve es la reacción de, digamos, el jefe del equipo: «No puede ser... tal». Bueno, dice otra cosa, pero no es propio repetirla ahora. Es una prueba de la limpieza del procedimiento. No se ocultó nada. Pero es que, además, la Goma 2 EC tiene la nitroglicerina entre sus componentes.

Bermúdez no está más que repitiendo lo que se dice en la sentencia en el apartado de Fundamentos y fallo, concretamente en la página 538:

Los componentes diferenciales entre una y otra dinamita, según dijeron, son el DNT -dinitrotolueno- y la NG -nitroglicerina-, que forman parte de la GOMA 2 EC y del TITADYNE, y no están en la composición de la GOMA 2 ECO. Y, a la inversa, el nitroglicol -EDGN- y el ftalato de dibutilo o dibutilftalato que son componentes de la GOMA 2 ECO y no los tienen ni el TITADYNE ni la GOMA 2 EC.

Es difícil cometer más errores en un párrafo tan breve. La goma 2 EC no tiene nitroglicerina en su composición desde 1992. Y la goma 2 EC y el Titadyne sí tienen nitroglicol en su composición. Si esto lo afirmase un periodista o cualquier otra persona sin conocimiento directo del juicio se podría disculpar. Pero viniendo del presidente del tribunal y ponente, es decir, redactor de la sentencia, uno no puede dejar de llevarse las manos a la cabeza. Porque el problema es que los peritos durante las sesiones del juicio coincidieron en que la composición de la goma 2 EC contenía nitroglicol, DNT, nitrocelulosa y nitrato amónico. Y explícitamente afirmaron que no tiene nitroglicerina en su composición.

Bien es cierto que a preguntas de una de las acusaciones sobre una hoja de especificaciones de la goma 2 EC se introdujo una duda sobre si la goma 2 EC podía llevar una mezcla de nitroglicerina y nitroglicol en proporciones variables. Para resolver el problema el perito Alfonso Vega se ofreció a solicitar información adicional a la empresa fabricante Maxam. Y esta es la contestación que remitieron desde Maxam a la Audiencia Nacional:



Y no tenemos duda de que el tribunal recibió la comunicación porque así nos lo contaron Txetxo Yoldi y J.A. Rodríguez en el diario El País de 31 de mayo de 2007.

Parece que está fuera de toda duda que la goma 2 EC no se fabrica con nitroglicerina desde 1992, más de diez años antes de los hechos que ahora nos ocupan. Lo que nos suscita dudas sobre la "honestidad" del juzgador, que precisamente da título a esta entrada. 

Mitos y Leyendas del 11-M

Recién pasado el décimo aniversario de los atentados hemos asistido a un bombardeo de especiales sobre el 11M en la prensa escrita, radio y TV. Aunque no he seguido exhaustivamente toda la información, tarea digna del mismísimo Hercules, sí que he podido leer varios artículos y he comprobado con sorpresa la cantidad de errores fácticos que contenían. Porque se puede discrepar en las interpretaciones, pero después de diez años de investigaciones y polémicas no se pueden falsear los datos objetivos.

Curiosamente son muchos de los que se burlan y llaman conspiranóicos a los que no se creen las conclusiones de la investigación, como es mi caso, los que con total falta de rigor siguen intentando imponer una Versión Oficial más allá de los hechos comprobados y contrastados.

Desde el primer día, entorno al 11-M se ha desarrollado una batalla informativa basada en la propaganda. Y para que esa propaganda funcione, no hay mejor sistema que recurrir a crear y difundir una serie de mitos y leyendas en torno a los atentados con la intención de que se asienten en la opinión pública.

Yo pensaba que, diez años después y con los dos principales partidos políticos dispuestos a poner punto y final,  ya no era necesario seguir insistiendo en esos mitos y leyendas. Pero estaba equivocado.