En la entrada anterior he detallado la secuencia de detenciones y declaraciones de Safwan Sabagh y su "amigo" Abdelkrim Beghadali en relación con la búsqueda del argelino Allekema Lamari. Es un buen momento para hacer una pausa en el relato y analizar dicha información. Y comenzaré haciendo una mención de nuevo al revelador artículo de Antonio Rubio.
Es muy posible que Antonio Rubio acierte, ya que según la información publicada por El Mundo el 24 de marzo de 2004, la detención de Sabagh se llevó a cabo el 23 de marzo, un día después que las de Beghadali y Hocine Kedache. De ser así la reunión de Sabagh con sus "controladores" del CNI no sirve para que éste aporte información relevante según lo que se puede leer en la declaración policial, sino que se limita a facilitar información sobre el paradero de Lamari cuando salió de la cárcel en 2003. Información que ya debía ser conocida por las FyCSE. Que Safwan no contó en esa primera declaración todo lo que sabía sobre Lamari se comprueba comparando lo declarado en marzo y agosto de 2004 en la anterior entrada del blog. Si lo declarado en agosto es veraz, hay que deducir que Safwan en marzo ocultó información a la policia. Y si lo hizo después de una reunión con el CNI, con conocimiento de la propia policía, tal y como cuenta Rubio, la conclusión es que el CNI es responsable de esa ocultación. Entre otras cosas porque parte de la información ocultada aparece en algunas de las notas del CNI previas al 11-M.
Según el relato oficial es la información facilitada por el CNI la que hace que nada más cometerse el 11-M la policía centre su atención en Lamari. Y como consecuencia de esa atención se produce la detención e interrogatorio de Sabagh, que supuestamente sería el informante del CNI que habría facilitado dicha información. Una situación paradójica que a veces es inevitable que se produzca. Sin embargo el desarrollo de los acontecimientos levanta sospechas y se pueden hacer otras interpretaciones.
«Tenéis que darnos 48 horas. No podéis detener a Sabagh Safwan hasta que hablemos con él. Es uno de nuestros hombres más importantes». Esta fue, más o menos, la conversación que se produjo entre el responsable del área Contraterrorismo-Islam del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el jefe de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) de la Policía el 22 de marzo de 2004, 11 días después de los atentados del 11-M.
La Policía aceptó la petición del CNI a medias y, finalmente, otorgó un margen de 24 horas para que los agentes de los servicios secretos hablaran con su confidente, el sirio Sabagh Safwan, apodado El Pollero, antes de ser detenido por su relación con el comando Lavapiés, que actuó contra los trenes de la muerte.
Es muy posible que Antonio Rubio acierte, ya que según la información publicada por El Mundo el 24 de marzo de 2004, la detención de Sabagh se llevó a cabo el 23 de marzo, un día después que las de Beghadali y Hocine Kedache. De ser así la reunión de Sabagh con sus "controladores" del CNI no sirve para que éste aporte información relevante según lo que se puede leer en la declaración policial, sino que se limita a facilitar información sobre el paradero de Lamari cuando salió de la cárcel en 2003. Información que ya debía ser conocida por las FyCSE. Que Safwan no contó en esa primera declaración todo lo que sabía sobre Lamari se comprueba comparando lo declarado en marzo y agosto de 2004 en la anterior entrada del blog. Si lo declarado en agosto es veraz, hay que deducir que Safwan en marzo ocultó información a la policia. Y si lo hizo después de una reunión con el CNI, con conocimiento de la propia policía, tal y como cuenta Rubio, la conclusión es que el CNI es responsable de esa ocultación. Entre otras cosas porque parte de la información ocultada aparece en algunas de las notas del CNI previas al 11-M.
Según el relato oficial es la información facilitada por el CNI la que hace que nada más cometerse el 11-M la policía centre su atención en Lamari. Y como consecuencia de esa atención se produce la detención e interrogatorio de Sabagh, que supuestamente sería el informante del CNI que habría facilitado dicha información. Una situación paradójica que a veces es inevitable que se produzca. Sin embargo el desarrollo de los acontecimientos levanta sospechas y se pueden hacer otras interpretaciones.
Repasemos la tempranas detenciones de personas relacionadas con Lamari que relatado en las primeras entradas de esta serie. El 17 de marzo la UCIE solicitaba la detención de los hermanos Chedadi, que casualmente habían estado con Sabagh en Valencia el mismo 11 de marzo para ver a su abogado. Pero incluso hay testimonios de que el mismo día 11 de marzo ordenaron la búsqueda de un marroquí, probablemente Afalah, relacionado con Lamari. O que el 12 de marzo se interrogó a otro marroquí en relación con un viaje de Lamari a Valencia en noviembre de 2003. Como hemos podido comprobar todas estas detenciones tienen como denominador común a Safwan Sabagh. Si además tenemos en cuenta que, por fuerza, tenía que ser un personaje sobradamente conocido por la UCIE y la BPI de Valencia por su costumbre de relacionarse con sospechosos y condenados islamistas, al menos desde 1997, sorprende que hayan tardado tantos días en detenerle.
Además no hay constancia de la intervención de la UCIE en esta primera detención, ya que es la BPI de Valencia la que se encarga de realizar la detención, registro y toma de declaración. Y por si fuera poco no se realiza como parte de la instrucción judicial del 11-M, sino en el marco de unas diligencias del JCI nº 4 que no se han incorporado al sumario del 11-M.
Entonces, ¿qué sentido tiene esa primera detención de Sabagh? Antonio Rubio, en el mismo artículo, continuaba su relato:
Ese control sobre el terrorista argelino era total, hasta el punto que el 2 de abril, un día antes del suicidio del comando Lavapiés, Sabagh se encontraba en Madrid con el único objetivo de ayudar al CNI a descubrir dónde se ocultaba Lamari y el resto de los terroristas que cometieron los atentados del 11-M.El propio Sabagh reconoció que el 2 de abril estaba en Madrid (declaración en el juicio aquí y aquí), pero negó que estuviese ayudando al CNI a localizar a Lamari. En cualquier caso, repasemos los hechos:
- El 23 de marzo Sabagh es detenido, declara el 24 y le dejan en libertad.
- El 27 de marzo (aproximadamente) dice que recibe una llamada de "despedida" de Lamari.
- El 2 de abril está en Madrid.
- El 3 de abril se produce el "suicidio" y en el desescombro aparecen libros en árabe, alguno con las huellas de Sabagh y de Abdelkrim Beghadali.
- En junio aparece en Alcalá el Skoda Fabia y se encuentra la anotación de los teléfonos de Sabagh.
¿Pudo ser la detención del 23 de marzo un intento de presión a Sabagh para que colaborase en lo que estaba por venir?¿Se había decidido incluir a Lamari en el 11-M y la participación de Sabagh era imprescindible?
En julio vuelven a declarar Sabagh y Beghadali por la aparición de sus huellas en los libros de Leganés, pero sus declaraciones no aportan gran cosa. Sin embargo en las detenciones de agosto de 2004 se dan todas las circunstancias que menciona Rubio: las detenciones se producen a petición de la UCIE y son sus agentes los que las realizan. Existe un lapso de tiempo entre que se solicitan al juez (18 de agosto) y se llevan a cabo (20 de agosto)
La cronología exacta de esa petición es la siguiente. La solicitud de detención y registro de la UCIE tiene fecha de salida de 18 de agosto a las 10:55 h. El auto del juez autorizándolo tiene fecha de 19 de agosto (lo que se dice en la anterior diligencia no es correcto) y se indica que el registro se realizará entre el 20 y el 21 de agosto. La detención de Sabagh tiene lugar el 20 de agosto sobre las 12:00 h. Es decir, 48 horas después de solicitarlo ¿Por qué? Curiosamente en esta ocasión lo que Sabagh declarará sí será relevante en la instrucción judicial del 11-M.
Uniendo toda la información disponible, la que proporciona Antonio Rubio y la judicial, a mi me da la impresión de que es el CNI el que está interesado en que Sabagh declare determinadas cosas a la UCIE y al juez. José María Irujo ya contó en este interesante artículo en El País que era el CNI el interesado en detener a Sabagh:
Los agentes del CNI estaban convencidos de la presunta participación de Lamari en el 11-M y así los reflejaron en sus sucesivos informes. Por ese motivo solicitaron a la policía de Valencia que detuviera al dueño de la pollería y a Abdelkhrim Begahadali, ex imán de Torrent, que fueron capturados semanas después del atentado y puestos en libertad. La aparición de sus huellas en dos libros que los terroristas guardaban en el piso donde fueron cercados por la policía precipitó de nuevo su detención.Parece dar a entender que es el CNI el que precipita la detención de Sabagh en marzo. Pero eso entraría en contradicción con el artículo de Antonio Rubio en el que afirma que fue el CNI el que pidió a la policía que demorasen la detención. Por otra parte la detención de agosto de 2004 fue a petición de la UCIE. ¿Por qué en agosto de 2004 la UCIE tiene tanto interés en detener a Sabagh? En julio ya sabían de su amistad con Lamari, de la visita que éste hizo a Valencia a finales de 2003 y que las huellas de Sabagh estaban en un libro de Leganés. Pero no le detuvieron, sólo le tomaron declaración. La única diferencia está en la aparición de una anotación con los teléfonos de Sabagh en el Skoda Fabia. Eso parece bastante endeble como motivo para su detención, pero ¿por qué vuelven a detener a Beghadali si no tiene relación alguna con el Skoda?
En cualquier caso, supongamos que no hay ninguna intención oculta en las detenciones de agosto y que son el fruto lógico del trabajo policial. Lo que es indiscutible es que los datos que aporta Sabagh en la última declaración los había ocultado en las anteriores. ¿Se asustó por el hecho de que apareciesen sus teléfonos anotados en el Skoda? Puede ser, pero me cuesta creerlo.
Por otra parte, si como recomendé en la anterior entrada, alguien se ha molestado en comparar las notas del CNI sobre Lamari con la declaración de Sabagh en agosto, puede comprobar que muchos detalles coinciden. Por lo tanto, tal y como afirma Rubio, parece que Sabagh era la fuente del CNI que les informaba sobre los movimientos de Lamari. Aunque también podría ser posible que a Sabagh le hubiesen preparado un guión a partir de dichas notas. O la dos cosas.
Aunque lo más probable es que Sabagh fuese la fuente, me resulta sospechosa la facilidad con la que permiten que se queme a ese confidente. Es cierto que estas cosas a veces ocurren y pudiera ser que la UCIE haya actuado con premeditación y alevosía en una de las habituales disputas entre los diferentes cuerpos de las FyCSE. En esos casos se suele filtrar a la prensa la existencia de esa disputa. ¿Podría ser ese el origen de la información de Rubio?¿Estaría molesta la policía porque el CNI les hubiese ocultado datos en relación con Lamari y Sabagh? Tampoco me acaba de encajar.