Si en la entrada anterior he expuesto la aparente coherencia temporal entre la nota del CNI de 15 de marzo alertando de la posible implicación en el 11-M de Allekema Lamari y solicitando su localización y detención inmediata, y la detención el 17 de marzo de Mohamed Al Hadi Chedadi y Farid Oulad Ali, dos supuestos contactos de Lamari, ahora es el momento de aportar algunos datos que ponen bajo sospecha esa supuesta coherencia.
El 28 de marzo de 2007 declaraba en el juicio del 11-M el funcionario 23.599, inspector de la UCIE. Este inspector fue uno de los protagonistas del juicio ya que en 2006, después de abandonar la UCIE tras la Operación Nova, fue detenido y encarcelado acusado de filtrar información a El Mundo sobre un extraño tráfico de goma 2 ECO y droga, aunque posteriormente absuelto. Había tenido un papel destacado en los primeros días de investigación, ya que fue uno de los que viajó a Asturias siguiendo el rastro de los explosivos y participó en la identificación y detención de Suárez Trashorras.
Su declaración aporta bastante luz sobre los primeros días de la investigación, la relación con el confidente Cartagena y otras cuestiones que ahora no vienen al caso. Pero durante el turno de preguntas de los abogados defensores, cuando ya estaba finalizando su declaración y en respuesta a una pregunta sobre otro tema, aparece Lamari:
D ZOUGAM: Gracias. Eh… ¿Por qué no les… por qué, si sabían ustedes ya el día 12, que la tarjeta se había vendido allí, por qué no les trajeron a declarar ese mismo día?
T: Mire usted, yo lo ignoro, yo no soy el responsable de esas decisiones.
D ZOUGAM: ¿Pero no dio nadie ninguna explicación?
T: Mire usted, yo no estaba en esa… El día veinte… el día 12… el día 12 yo estaba en ese momento, que probablemente se produce el tema de la tarjeta, yo estaba en… me había ordenado este mismo Jefe de Sección que marchara a Fuenlabrada a localizar a un marroquí que, según el CNI, eh… había viajado con Allekema Lamari a Valencia, a la tienda de pollería que tiene Safwan Sabagh. Y estando con él, una vez localizado, me llamó por teléfono él personalmente y me dijo: “Veniros para acá” Y digo: “¿Qué hacemos con él?” Y me dijo: “Dejarlo, que ya está todo solucionado.” Y nos fuimos. Yo no sé… yo me entero que están en Sindhu Enterprise al día siguiente, cuando me muestran la nota.
Por desgracia en ese momento esta declaración pasa desapercibida y no se le sigue preguntando sobre el tema, hasta que llega el turno de Endika Zulueta.
D R. GONZÁLEZ: ¿El 15 de marzo? Hasta entonces ¿en cuántas ocasio… hasta entonces le habló en alguna ocasión el señor Cartagena de Allekema Lamari?
T: No.
D R. GONZÁLEZ: ¿Nunca les habló de él?
T: No.
D R. GONZÁLEZ: ¿Ustedes conocían la existencia de Allekema Lamari?
T: Sí. Nosotros habíamos participado en su detención en la Operación Apreciate de 1997, en Valencia.
D R. GONZÁLEZ: ¿Y sabe que salió en libertad, antes de lo previsto, eso lo sabían ustedes?
T: Sí, porque es que en este caso concreto, como Allekema Lamari es argelino, era de nuestra plena competencia.
D R. GONZÁLEZ: Sí, por eso se lo pregunto ¿Y no… y no… tuvieron curiosidad por saber dónde se encontraba? ¿Lo tenían localizado o estaba perdido de vista?
T: Alek… Allekema Lamari, sobre final del 2003 o primeros de 2004, no recuerdo, el Centro Nacional de Inteligencia nos dijo que andaba por Madrid, que había mandado unos… unos… unos ingresos a diferentes presos que habían sido detenidos dentro de la operación Apreciate y los que había mandado con su verdadero nombre, como Allekema Lamari y que… nada más… que había viajado con un marroquí a… a la tienda de Safwan Sabagh, a la pollería de Valencia, en el Paseo Marítimo, pero… eso… eso es lo que teníamos de Allekema Lamari.
D R. GONZÁLEZ: ¿Eso es que estaba localizado?
T: No lo sé.
Parece lógico pensar que la orden que recibe de su Jefe de Sección de desplazarse a Fuenlabrada a localizar a un marroquí que habría viajado con Lamari a Valencia respondía a la información recibida del CNI. Pero hay un pequeño problema. En ninguna de las notas del CNI desclasificadas se hace referencia a ningún marroquí que hubiese viajado con Lamari a Valencia. En la de 6 de noviembre sí se mencionan los giros de dinero, pero no se menciona ningún viaje a Valencia, ni ningún nombre. En la del 15 de marzo tampoco, solo se menciona a los hermanos Chedadi. No es hasta la nota de 18 de mayo de 2004 cuando se menciona un viaje en septiembre de 2003 de los hermanos Chedadi a Valencia para que Lamari se traslade a vivir con ellos a Madrid, pero ningún viaje de Lamari de Madrid a Valencia.
Es posible que el CNI no incluya toda la información de la que disponen en esas notas informativas. Es práctica habitual que los servicios de inteligencia oculten parte de la información cuando tienen que compartirla con otros servicios homólogos, tanto nacionales como extranjeros. Sobre todo en este último caso. Generalmente la relacionada con las fuentes humanas a partir de las cuáles se ha obtenido y que podría servir para identificarlas. En este caso parece haber ocurrido algo similar, con la salvedad de que la información que se ha ocultado en el canal oficial de transmisión, se habría facilitado de manera extraoficial a la UCIE. Incluso es posible que esa información la conociese la UCIE de primera mano porque la hubiesen obtenido ellos, fruto de investigaciones propias o compartidas con el CNI.
Viendo el juicio con la perspectiva del tiempo me llama la atención que nadie, ni siquiera Gómez Bermúdez, tuviese la curiosidad suficiente como para preguntarle por la identidad de ese marroquí que habría viajado con Lamari a Valencia y a quien le ordenaron localizar el día después de los atentados. Quizás a nadie le interesaba seguir hurgando por esa vía, ni a los conspiranóicos, ni a los defensores de la V.O, ni a los que no eran ni chicha ni limoná, si es que había alguno.
Sin embargo en la siguiente entrada veremos quién era el marroquí al que había que localizar nada más cometerse el atentado del 11 de marzo y a qué se pudo deber esa repentina pérdida de interés. Y creo que va a resultar evidente que, una vez más, se ha manipulado la supuesta investigación de los atentados ocultando información relevante. Como siempre, dejaré que sea el lector el que saque sus conclusiones.
Sin embargo en la siguiente entrada veremos quién era el marroquí al que había que localizar nada más cometerse el atentado del 11 de marzo y a qué se pudo deber esa repentina pérdida de interés. Y creo que va a resultar evidente que, una vez más, se ha manipulado la supuesta investigación de los atentados ocultando información relevante. Como siempre, dejaré que sea el lector el que saque sus conclusiones.